No se la de veces este mes, que me ha preguntado el pequeño si hoy era enero. A decir verdad, empezó preguntando si hoy era su cumpleaños. Ha ido a su primer cumple del cole y creo que la experiencia le ha gustado, como es muy disfrutón, está deseando que le toque a él ser el homenajeado, si además hay regalos y sorpresas, entiendo su interés. Pero esta pregunta la cambió cuando hablamos del tema de los reyes Magos. Cuando supo que traían regalos a lo niños que se portaban bien, ha preguntado más sobre ellos, querías saberlo todo, como son físicamente, cómo tienen la barba, si la tiene, porqué siguen a una estrella y muchos otros detalles y ya todas las mañanas: ¿Hoy ya es enero?
Este mes he vuelto a hacer alguna cosa por primera vez, no deja de sorprenderme la ilusión y las ganas que le pones a las cosas que haces por primera vez.
En nada ya está aquí las navidades y el nuevo año, por eso me he aplicado y he querido hacer una nueva entrada antes de que acabase noviembre. ¡Ay que se nos va el año, que ya se nos está yendo!
Me dicen que siempre digo que sí, que la asertividad es el arte de decir que no. Yo digo que no a lo uno y que no a lo otro, así que donde está eso de que siempre digo que sí. ¿No?
Si que es cierto que llevo unas semanas donde las reuniones y compromisos sociales se suceden. Siempre son un motivo de alegría y satisfacción, pero es cierto que me quitan tiempo de otras cosas y en ocasiones me dejan exhausto. No entramos en buena época del año para reducirlas, pero sí me hago firme propuesta de en enero, bajar este ritmo de encuentros sociales y dedicarme, entre otras cosas, a algo que tengo descuidado: hacer deporte. Tengo la mente en estado "vagonetas" y me cuesta arrancar, sé que es bueno para mi salud y para mi carácter. A veces esa falta deporte hace que me persiga un nubarrón. Tengo que oxigenar mi cuerpo y mis ideas, generar endomorfinas me hará encarar la existencia de mejor manera. La pena es que no veo el momento, será cuestión de buscarlo y de generar hábitos, compatibles con mis horarios y rutinas y que me permita, sin restar tiempo a ninguna de mis obligaciones, hacer deporte. Esto que parece fácil de escribir y que se aguanta sobre el papel, pasa a ser un mundo a la hora de aplicarlo. Por ejemplo: levantarme a las 6:30 y hacer deporte. Pues unos días que he pasado mala noche, otros que hace frío, otros que no apetece, otros que llueve, otros que no tengo la ropa preparada, otros que se está muy bien en la cama, otros que estoy de viaje, otros que muy cansado y así seguiría hasta el infinito, desgranando motivos del porqué no me levanto a las 6:30. Lo que no acabo de encontrar es la motivación para hacerlo. No quedará otra opción que buscarla, denodadamente.
De la política mejor no hablo, Del covid y la nueva variante mejor ni mentarlo. De la economía y el apagón universal, mejor no hacer cuenta.
Y así amiguitos pasa otro año, un año más, o ya como decían nuestros mayores: o uno menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario