viernes, 29 de octubre de 2021

PEDALADAS V 2021

 

Cómo viene el fin de semana. Cómo ha pasado el mes de octubre, tan callando. Cómo vienen las navidades. Cómo Halloween y el cambio de hora. Cómo llega la lluvia, el frío y el otoño, con los armarios desprevenidos y todavía con bañadores, bermudas y camisetas de soles. El pasado fin de semana, sin ir muy lejos, estaba yo en la playa de Zarutz con mejor sol que el mes de julio, disfrutando de una jornada de surf con mis chicos mayores, mi hermano y mi sobrino.

Tantas cosas juntas este fin de semana, que pareciera que fuera un punto de inflexión. En cierto modo, con el cambio de la hora, lo es. Ya menguan las tardes, el tiempo en los columpios de los recientes escolares, se acorta y el deseo de algo fresquito, se cambia por el de algo calentito y una mantita en las piernas. De pasear a la orilla del canal, a ver alguna serie de misterio, un thriller como dicen los cinéfilos de postín.

En estas ocasiones, ahí está esa resistencia nuestra al cambio y sobre todo al cambio de tiempo y de usos horarios. Qué manía con retrasar los relojes, cada año la misma cantinela, pero no se hace nada. Artículos en los semanales de como nos afecta ese reajuste horario, cómo afecta a los niños, a los mayores, a la economía, a nuestro bolsillo (huelga recordar el sangrante, escandaloso, vergonzoso, usurero y caciquil aumento de los precios de la luz), a nuestro humor, nuestros biorritmos y  a la madre del topo. Ahí sigue cada año, como los anuncios de temporada del Corte Inglés, a las dos serán las tres, al freír será el reír, al pan, pan y al que madruga Dios le apoya. Y así estamos hasta la idem del dichoso cambio.

Al menos un día, aún pudimos ir a por níscalos, esos sonrosados y nutritivos habitantes de los pinares patrios. Aún hemos podido pasear por la ciudad engalanada para los no pilares. Acudir a las ferias y conseguir un ciempies multicolor que nos acompaña, mirando desde un rincón, en nuestros madrugones para llegar a tiempo al cole y al trabajo. La España que madruga siempre en la misma, la nuestra, ni por asomo la de los políticos, perroflautas y vividores varios. 

Voy a terminar creyendo la teoría conspiranoica, de que las nuevas oligarquías progres, tienen como objetivo oculto, la destrucción de la clase media, sobre todo de la humilde, de la que se gana el pan con el sudor de su frente, con esfuerzo, ahorro y economía. Parece ser que debemos que ser sangrados para mantener, miríadas de individuos de vidas contemplativas, mantenidas con exiguas pagas, que aseguran gratitud eterna y votos cautivos. Al final, me lo acabaré creyendo, a base de que me metan la mano en el bolsillo de manera continuada y desde múltiples frentes, de manera directa , indirecta y siempre en una tendencia alcista y al más puro estilo de las sanguijuelas. Ya la pera será que paguemos por circular por las autovías, mientras las antiguas autopistas de peajes se quedan libres de éstos. A este paso ni podremos salir de casa, ni estar en ella, salvo que lo hagamos contemplando una vela de sebo, a la más antigua usanza de nuestros tatarabuelos.

Mis últimas lecturas del 2023 y primera del 2024

 Os traigo,  como ya es mi costumbre, mis últimas lecturas, las de finales del 2023 y estos dos primeros meses de  2024. Han sido bastantes ...