Tan natural, tan normal. Frío, calor, frío, calor, más frío, más calor, superamos registros milenarios de temperaturas, de estupidez, de populismos. La extinción está cerca. preparos rostros pálidos. Acordaros de la crema de, los antiestamínicos, de lavar las frutas y verduras antes de comerlas, de no tomar procesados, de reducir la ingesta de alcohol, de eliminar el azúcar, de no tomar hidratos por la noche, ni más de tres huevos a la semana, la leche sin lactosa, el café sin cafeína, la vida sin sobresaltos, las pastillas sin contraindicaciones, pasar sin hacer ruido, vivir sin molestar, trabajar sin queja, leer sin afán, soñar sin despeinarnos, jugar y perder, pagar y callar.
Y así, de esta manera pasan los días sin acercarme por aquí, sin dejar mi impronta, mis pensamientos, mis reflexiones, mis entradas de pedaladas o de mis lecturas, siempre con lo mismo, siempre igual sin embargo siempre distinto. A nadie le importa, nadie las echa de menos, otros de más. Pasa marzo, abril, mayo agoniza, tic-tac, tic-tac, hagan juego señores... no va más. Y el mundo gira, y sigue girando y vivir es urgente y la tarde se ha enfriado como un caldero de bronce.
He fallado un par de meses a la cita con mi blog. Me he dado un respiro. Al final la vida es lo que te pasa, mientras tu planificas otras cosas.
Arrancó tan fuerte el año, que me dejó sin resuello, sin metas, con los retos, los no imposibles (de éstos siempre hay unos cuantos), ya casi resueltos y todavía muchos meses por delante.
Asisto, entre satisfecho, sorprendido y con un punto de nostalgia y de interés, al éxito de otras vidas, de otras carreras, al ocaso de otras, paralelas, divergentes, tangenciales, que se tocan en el infinito, o completamente ajenas, o aquellas que pudieron haber sido.
A mi me engaño la vida, rumian algunos, a mi me sorprendió, dicen otros, a mi me llevó en volandas, me dejé llevar, los demás, yo me hice a mi mismo, tras mucho esfuerzo y renuncias, algunos reivindican, y todos confluyen como los ríos en la mar, allí van los ríos caudales, allí los otros medianos y mas chicos y llegados todos son iguales.
Que el fin del mundo nos encuentre bailando.
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