Estos últimos meses, la entrada del otoño, que no del frío, que apenas se asoma tímido y juguetón; me ha cundido bastante. Como decía aquel: confieso que he leído.
Como dirían algún hobbit, no he leído ni la mitad de la mitad de lo que me hubiera gustado leer, pero he leído y además he descubierto un nuevo autor que me ha sorprendido y gustado: Eloy Moreno.
Ahora estoy con un clasicazo, pero aún no lo he terminado, para la próxima entrada de lecturas, que ya será en diciembre o quizás, para el 2.019.
Comienzo con mis lecturas otoñales:
"Lo que encontré bajo el sofá", de Eloy Moreno. Una joven profesora tiene que cubrir una suplencia en Toledo. Hasta allí se desplaza con su hija pequeña, dejando al marido guardando su ausencia. Toledo se revelará como una ciudad misteriosa y la arrastrará en una serie de acontecimientos donde se cruzará con diferentes personajes que interaccionaran de una manera u otra con su historia. Magníficamente construida, con miradas constantes a diferentes focos que a su vez van construyendo el entorno, tramas paralelas. Me encantó. Me gustó tanto que busqué sin falta otro libro suyo, la que fue su primera obra publicada.
"El bolígrafo de gel verde", de también Eloy Moreno. Dicen que el autor auto publicó esta novela y se recorrió España con sus libros, hasta que los lectores le hicieron tanto caso que una editorial decidió publicárselo. Una novela que ha tenido dos vidas. En este libro descubrimos un protagonista cercano y que no acaba de encontrarse cómodo con lo que le pasa en su vida. Una pequeña obsesión, con un bolígrafo, le lleva a meterse en tribulaciones que tendrán consecuencias insospechadas. Una novela que habla de la crisis, de los méritos, de la vida, de relaciones tanto en el trabajo como entre amigos y con la pareja. Trepidante, sorprendente, no me decepcionó para nada. Un autor desde luego para tener muy en cuenta.
"Ordesa" de Manuel Vilas. Un libro descarnado, duro y a la vez lleno de emotividad y sentimientos. Un escritor a los pies de los caballos de sus aciertos y sus errores, de la relación con sus padres, con sus hijos, con la bebida, con sus neuras, con su forma de ganarse la vida, . Una de las cosas en la que nos hacían especial hincapié, es que el escritor no puede escribir para ensalzarse, si no que al contrario, cuando más evidenciara su débil naturaleza y sus problemas, más auténtico era y más conectaba con el lector. Desde luego Manuel Vilas, no se deja nada, se da caña de la buena, para mi gusto hasta demasiada, se podía lanzar algún flor, tratar más benévolamente. El libro me lo he leído muy rápido, para mi, siempre un buen indicador. Desde luego muy diferente de otras lecturas a las que acostumbro.
"Lugares fuera de sitio", de Sergio del Molino. Un nuevo ensayo, que algunos califican de continuación de "La España vacía". De nuevo Sergio nos cuenta muchas cosa, que nos van perfilando otras muchas y diferentes. Un recorrido por las esquinas dobladas del mapa patrio. Donde nos muestras esas rarezas cartográficas, su origen, su esencia, su realidad. Una lectura amena, interesante, donde, como en tantas obras de Sergio, salimos aprendiendo algo nuevo.
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