Recientemente ha finalizado la feria del libro en Zaragoza. Como viene siendo habitual, me pasé por allí y no pude por menos que caer en la provocación de aquellas casetas llenas de libros y escritores.
Adquirí media docena de ejemplares, entre ellos, este de "Una familia normal", de Santiago Gascón.
A Santiago lo conocía de hace ya algún tiempo, cuando coincidíamos en Teruel por aquello de las Bodas de Isabel y demás. Aún tengo alguna foto con él de años atrás.
Firmó su libro y plasmó en él una cariñosa dedicatoria, para mí y mis hijos, que sufrían mi visita a la Feria del Libro.
Ahí quedó eso.
El fin de semana siguiente, cuando la feria estaba a punto de finalizar, Roberto Malo; otro pedazo de autor, me invitó a acercarme al Juan Sebastián Bar, donde se iba a realizar una actividad más de la feria y allí algunos autores, que habían acudido a la misma, compartirían microrelatos y anécdotas, con aquellos que nos acercáramos por allí.
Así que sin otro compromiso en la agenda, me dejé caer por allí. Me encontré con Roberto al que saludé y con el que me senté a ver el acto.
Por allí apareció Santiago Gascón entre otros. Roberto me dijo que estaba leyendo su novela y que era muy divertida. Yo aún la tenía en la bolsa de donde aún no la había sacado, junto a los otros cinco libros, esperando su momento para ser leídos. Le comenté que no me había puesto con ella.
Fueron saliendo los autores, cada cuál leyó sus relatos, o contó sus histórias, y llegó el turno de Santiago. Leyó tres fragmentos de su novela "Una familia normal", me encantaron, sin desmerecer otros relatos que allí escuchamos y que nos hicieron pasar un rato muy agradable.
¡Tengo que leerla sin falta! --Me dije.
Una novela sobre una familia convencional, o nada convencional, a cuatro voces, el padre, la madre y los dos hijos, el pequeño y el mayor, amante de armadillos y escarabajos.
Es entretenida, divertida, conmovedora y humana, muy humana. Una lectura amena. Un soplo de aire fresco. Con pasajes entretenidos y desternillantes, como bien pudimos comprobar en el Juan Sebastián Bar.
Yo os dejó también por aquí uno que me gusta en especial. El hijo mayor, Guillermo cuenta su relación con el pequeño Fran y cuenta esto:
"...Les dije que era hechicero. Nadie lo puso en duda. Preparé la pócima del poder supremo: en una lata oxidada eché agua, tierra, hierbas del jardín y todas las hormigas e insectos que encontramos. Después la pasé para que bebieran. Joé, todos salieron corriendo, convencidos de que estaba loco. Todos menos Fran, que ingirió la mitad de aquel brevaje.
Agarró una diarrea al poco rato. Mamá dijo que era un virus. Sólo él y yo sabíamos que se trataban de las primeras manifestaciones del poder supremo."
No dejéis de leerla. A mi me ha encantado. Grande Santiago.
Un gran libro, Jesús. Santiago es grande, sin duda.
ResponderEliminarMuy divertido y muy buena velada la que pasamosRoberto.
ResponderEliminarEn la próxima edición de la feria, algún libro más tuyo.
Gracias Jesús. La edición se agotó rápidamente y no pudimos presentarlo en Teruel. Sale ya la segunda y allá iremos en septiembre.
ResponderEliminarPues muchos éxitos Santiago. Yo hago proselitismo convencido de tu libro.
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