Hay peticiones, que por su naturaleza, por cómo se formulan y quién lo hace, dejan un calorcito en el corazón.
"-Qué bello es esto -se dijo el pequeño.
Y sintió algo extraño que no había sentido nunca. Como un calorcito en el corazón que lo llenaba de una sensación nueva, medio melancólica y triste y medio alegre y risueña. "
Ana María Matute
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