Como cantaba el dúo dinámico:
"El final del verano llegó,
y tu partirássssss...".
...
Porqué será que cuando acaba agosto, da la sensación de que cruzamos una línea imaginaria que nos devuelve de nuevo a la rutina (el que la tenga), al nuevo curso, a las obligaciones.
Este mes de agosto ha cundido, ha sido diferente, nuevo. Lo he disfrutado, sin hacer todo lo que quería, pero queriendo todo lo que hacía.
La línea la cruzaremos un año más, y los días de otoño esperan a la vuelta de la esquina.
A lo que queramos darnos cuenta, estaremos comprando turrón y celebrando la entrada de un nuevo año.
Los días se deslizan rápidamente por la inclinada rampa del tiempo.
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