
No se como quedará la semifinal del Mundial de Fútbol.
No se si ganaremos o no a Alemania, aunque me gustaría, aunque sólo sea por seguir haciendo historia, y porque, ¡leñe!, me gustaría que ganara.
Una estupenda final Holanda-España y que Dios reparta suerte, a nosotros un poquito más, si es posible.
Pero sí quiero destacar algo que le debemos agradecer a esta pasión por "la roja", la bandera de España está hasta en la sopa.

Por la calle, en los comercios...la gente está orgullosa de lucir estos colores rojo y gualda de nuestra enseña.
Está formando parte de nuestra vida cotidiana, se ve allí donde quiera que miremos y nos paseamos con ella con la tranquilidad y la satisfacción de lucir unos colores que despiertan simpatía.
Este sábado, mientras me dirigía a ver el partido con mis hijos, con un despliegue patrio tremendo, camisetas, banderas, vuvucelas a juego, la gente que nos cruzábamos nos sonreía con una mirada complice o bien nos pitaban cuando pasaban a nuestro lado y eso antes de que ganaran el partido.
Yo disfrutaba viendo a mis hijos, y orgulloso de su alegría.
Por fin la bandera de España está donde debe estar, junto a la gente, en sus simpatía e ilusiones, en sus comercios, en sus ventanas, en sus manos, disfrutando de ella y de su significado.
Por fin se ha arrancado este símbolo a regímenes políticos caducados, a demagogos y políticos interesados.
Si ganamos el mundial, bien, si quedamos segundos, bien, pero de momento ya tenemos que agradecer esta bendita locura de ser español y lucir nuestra bandera.

La verdad es que es estupendo poder llevar la bandera española con orgullo sin ser objeto de miradas cargadas de rencor.
ResponderEliminarLo malo es que esto va a durar lo que dure la selección en el mundial, y si gana, a lo mejor una par de semanas más.
Luego volverá a estar proscrita.
Sería bonito que este despliegue de banderas no se acabara con el mundial.
ResponderEliminarY que llevar una bandera española no fuera sinónimo de radical.
En fin Nefertari, intentaremos aportar nuestro granito de arena y por cierto, bienvenida a Retolicas.