Trincones por doquier. Los chorizos se multiplican.
Las comisiones florecían, el derecho de pernada era un juego de niños.
Corrupción, corrupción y más corrupción.
Los tentáculos de los trincones llegan a muchas partes y estas ramificaciones están en mas sitios de los que nos imaginamos, ya han llegado al ayuntamiento de Zaragoza, dicen, que dicen, que hay unas escuchas donde incluso se retratan personajes de Madrid, solicitando recalificaciones por el artículo 33.
Pandilla de chorizos, incluso tengo el dudoso honor de conocer a alguno, ...mejor me callo lo que pienso del figura, sólo decir que cuando lo metieron en la carcel me alegré.
A ver si sopla más el aire, porque algo huele a podrido en la Muela.
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