Hay días que uno se siente un percebe, carente de cualquier tipo de ánimo...incluso aunque éste fuera de lucro.
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Aaamigo, ¿y tú qué sabes de la psicología del percebe? Yo he tratado a varios y sí tienen ánimos. LO que pasa es que son unos maestros de la simulación, ahí tan calladitos, sin decir esta pezuña es mía. Pero tienen una vida interior muy rica y variada...
ResponderEliminarYo más bien hago mías las palabras de Les Luthiers. Hay días que estoy hasta "Sinánimus molestandi"...
Por cierto: ánimo, compañero, que hasta Pedro II "El Católico" tuvo sus horas bajas...
ResponderEliminarLos percebes no sé si tienen ánimo, pero nos animan cuando los tomamos, y sobre todo animan el lucro de los pescaderos.
ResponderEliminarEspero que no sea real, no es un buen papel animar al resto.
Gracias.
ResponderEliminarLa blogaduría, está entre la línea de lo real y lo imaginario. Unos días más de cerca de un lado, otros de otro y otros a una perfecta distancia equidistante.
Pedro II acabó como acabó, no se si por falta de ánimo, sino más bien por todo lo contrario...