martes, 31 de diciembre de 2019

Adiós al 2.019


Última entrada del año. Uno que no ha sido demasiado prolijo. Así que mantendremos como propósito de año nuevo escribir mas en los blogs, también es cierto que llevo escribiendo en ellos la friolera de diez años y eso ya tiene mérito.
No me atrevo a despedirme con grandes alharacas del 2.019, aun le tengo miedo, esos años terminados en 9... Esperare a que se vaya para lanzar las campañas al vuelo y celebrar su marcha. Seré prudente.
Aún así, decir que no ha sido un año malo, ni en lo personal, ni en lo profesional. Evidentemente todo es mejorable y en ello estamos, pero el balance es positivo. Todos crecen con salud, el trabajo va bien, con cambios interesantes en el futuro, un nuevo desempeño. He vuelto a darle caña al ingles y espero seguir así en el 2.020. Santi ya esta en los 18 años, con sus proyectos y metas, Javier acabando la Eso y Mario creciendo lleno de alegría y cariños. Mis padres están bien y hoy más cerca que antes.
He vuelto a montar poco en la moto y nada en la bici, ya lo se, un clásico entre los clásicos hacerlo más para el próximo.
Disfrute este año de ser miembro de una sociedad gastronómica que me ha granjeado muchas satisfacciones con amigos y familia, un lugar extraordinario para compartir con la gente que aprecias entorno a un buen plato y un buen vino, que más se puede pedir.
Estuve en una boda y lo disfrute mucho, para el que viene hay en el horizonte otras dos más en mayo y octubre.
Un reto a retomar, aparcado el cross-fit el volver a correr, con frecuencia e intensidad moderada y también nadar. Veremos.
En el limbo de las artes duermen mi libro de poesía y el de relatos, este año tendrá que ser un paso más hacia su consecución. Dos propósitos que si van a estar presentes, un dibujo al día, no comprar libros nuevos hasta haber leído doce de los que esperan su momento, como por ejemplo Rayuela, que me mira desde hace años desde la estantería con una mirada desafiante y desdeñosa a la vez.
Viajar es siempre un deseo acariciado con delicadeza, he viajado más por trabajo y compromisos que por placer, no se que me deparara este año, como decía aquel: al prensar saldrá el mosto.
Termino algo sublevado y a la vez sumiso, echando cosas de menos y otras de más, enfocado hacia adelante, con seguridad y también cierto recelo. Pero adelante, siempre adelante.
Un año más, aún no diremos aquello de o uno menos; y la vida sigue, cada uno a su manera, por su camino.
¡Plantar fuerte y Feliz año a todos!

lunes, 30 de diciembre de 2019

Mis lecturas de final de 2019


"Sábado, domingo", de Ray Loriga. Este autor es algo mayor que yo, digamos unos tres años. Para mi ya es un viejo conocido, pues allá por el 1993 publicó un libro llamado "Héroes". Aquel libro fue toda una sensación para la época, en la línea de las historias del Kronen y similares. La descripción de una juventud atormentada y sus demonios. La verdad aquel libro no me gustó, describía unos jóvenes, yo en aquellos años lo era, que para nada se parecían a la realidad que yo vivía. El libro lo presté y nunca más se supo, la verdad no me penó. Posteriormente volví a leer otro libro de Loriga, "Trífero", tampoco me gustó. Así que cuando se anunció la publicación de este, no estaba en mi intención hacerme con él. Cambió mi parecer una reseña que leí del mismo en un blog también aficionado a publicar sus lecturas. Así que le dí una nueva oportunidad, la tercera y desde luego definitiva. En apenas dos días me terminé el libro, en esta ocasión sí me he sentido reflejado, sí he reconocido las situaciones, me ha gustado.  


"El veterano" de Frederick Forsyth. Por pura casualidad cayó en mis manos este libro. En el hay cinco relatos de este famoso escritor, muy conocido  por títulos como Odesa, Chacal o La alternativa del diablo que leí con 17 años y con la que alucinaba. Pues lo mismo me ha pasado con estas cinco historias, entretenidas, interesantes y muy fáciles de leer, una auténtica joya para los amantes de dicho autor y de este tipo de literatura de acción y suspense.


"Mortal y rosa" de Paco Umbral. No había leído nunca a Umbral, me había quedado con el personaje televisivo, esperpéntico, con aquel "yo vengo aquí a hablar de mi libro". Craso error, es un escritor como la copa de un pino y este libro es a la vez terrible y delicioso, lleno de sensibilidad, de dolor, de distancia y de ternura. Me ha conmovido, me ha encantado y me obliga a leer más de este autor. Plagado de reflexiones, de auténticas perlas. Parece como que entremos sin permiso en la relación del padre y el hijo, del padre y el mundo. "Oigo crecer a mi hijo...". Lo dicho: terrible y hermoso.


"Los asquerosos" de Santiago Lorenzo. EL adjetivo que me viene a la mente para comentar este libro, es el de fácil. Facilón incluso, entretenido sí, cómodo de leer, sí, pero no se, me ha faltado chicha, un poco insulso, forzado en ocasiones. Creo que pretendía ser una crítica a la sociedad actual y al  consumismo que nos esclaviza, pero que se ha quedado sólo en la intención, además, no me ha gustado el final. Decepcionante.


"El impostor" de Javier Cercas. Este autor es el de "Soldados de Salamina", titulo con el que se encumbró y le permitió dedicarse en exclusiva a la escritura. No lo digo yo, lo dice el autor en este libro. Es curioso, además de diseccionar la biografía de este tramposo genial que es el protagonista de la novela, Enric Marco, el propio autor nos confiesa algunos aspectos muy personales. Este libro me ha gustado mucho, es un libro de realidad, una radiografía de una biografía construida a base de mentiras cosidas con hilos de realidad. Un personaje que vive una de las épocas más apasionantes de la historia actual española. Consigue crearse un halo de misterio y realidad, consigue entrar en las mas variadas organizaciones como alguien que no es y finalmente se pasa de frenada y es pillado in fraganti, Cercas va tirando de ese hilo y acaba descosiendo toda esa vida fantástica (por fantasiosa). Muy recomendable. 

jueves, 26 de diciembre de 2019

Dibujos de fin del 2019

Llevaba muchos días sin dibujar. Aprovechando un ratito ayer , no quería que pases en 2019 sin dibujar y pintar algo.
Traigo por aquí cuatro dibujos que hice ayer muy rápidamente. Inspirados tres de ellos en el universo de Hugo Prat el del Corto Maltés y el otro un sky line que ya es un clásico.





martes, 24 de diciembre de 2019

Feliz Navidad y feliz año 2020!!

Un año más y a las puertas del comienzo de estas fiestas navideñas, desearos lo mejor del mundo. Mucha felicidad, mucha salud, muchos éxitos. 
Si os ha tocado la lotería disfrutarla con mesura y sentido común, si no, bienvenidos al club, lo importante es todo lo demás.
Paz, amor, familia, niños, esperanza, bondad... estas y otras palabras similares que estén siempre en vuestra mente y en vuestros corazones.


lunes, 23 de diciembre de 2019

Pedaladas VI 2019



Decía en la entrada anterior que casi se me va el mes de octubre, sin escribir una línea. Pues bien, es lo que ha pasado en noviembre, que se pasó sin "chartir". Estar toda una semana deambulando por la Bretaña francesa no ayuda. Al igual que estar en medio de una transición empresarial, un nuevo cargo y desempeños varios, impiden a uno tener la tranquilidad de ordenar sus ideas y plasmarlas de alguna manera con el artificio de la escritura.
Que me gusta escribir es un hecho. También me gusta el deporte , y me pasa parecido, llevo un mes que no hay manera... ¡cómo me acuerdo de los Ronaldos!
Ante la proximidad del final del año, ante la poca actividad en mi bitácora, ante el seso dormido y ver como pasan los días, tan callando (guiño, guiño a Jorge Manrique), he tomado la firme resolución, al igual que tuve que hacer en octubre, de plantarme y regalar a este mes de diciembre, al menos las entradas suficientes, para reconciliarme con mi intelecto, con mis entradas mínimas anuales y con las transcendencia intelectual de mi ocupada vida. Vamos que o hago tres entradas antes de que acabe el mes y saludemos esperanzados al nuevo año, o voy a tener un pobre concepto de mí, y eso si que no. 
Así que aquí estoy, dándole a la tecla. Empachado de clases de ingles y de comidas y cenas con amigos, compromisos y demás. Las fiestas se presentan largas y duras. Como novedad, por primera vez desde hace muchos, muchísimos años, voy a poderme coger unas vacaciones en condiciones, casi escolares. Podré hacer las compras de reyes como una persona normal, con lo agobios y prisa de última hora, pero vamos, lo normal. Así entraremos en el próximo año, laboralmente el día 7 y espero, descansado, motivado y cargado de infinita paciencia.
En nada la lista de los retos y propósitos del año nuevo, a ver que día en lugar de poner mejorar tal o cual idioma, pongo olvidarle de ellos. Dejar de poner montar más en dos ruedas, porque este hasta el moño de hacerlo y en lugar de poner tiempo para mí, sea tiempo para los demás. No hay, ni habrá mejor inversión que esa.
En nada una nueva entrada de lecturas y como cierre, felicitación navideña y del año nuevo.
Coming soon...


martes, 29 de octubre de 2019

Pedaladas V 2019


Octubre está empeñado en irse sin que deje por aquí unas líneas y no puede ser, ya me he plantado, hasta aquí hemos llegado y de hoy no pasa que traiga unas "pedaladas" a este espacio virtual.
Sigo leyendo, menos, pero sigo leyendo alguna cosilla, ya tengo un par de libros terminados, otro a punto y otro a medias, antes  de que acabe el año publicaré una entrada sobre mis lecturas.
Este mes está siendo de locura, con apenas tiempo disponible para escribir o leer, no te digo nada dibujar, se me va a olvidar hacerlo.
Viajes continuos, la mayoría por trabajo y uno de placer, donde lo hemos pasado extraordinariamente, un viaje espacio/temporal, de los que me gustan a mi. Al siglo XVII holandés, ni más ni menos. EL viaje toda una "road movie", compartida con mi hijo mayor y mi hermano. Con esos compañeros de viaje, ya el planteamiento es divertido, la ejecución ni os cuento. De nuevo a Grolle, en lado más al noreste de Holanda. A luchar contra los herejes que pretenden tomar esa villa, que desde hace 150 años pertenece a la corona española. En fin, lo dicho una genial experiencia de recreación y de viaje. Nunca antes había conducido tanto y tan de seguido, nos metimos entre pecho y espalda 3.700 kilómetros, que se dice pronto.


En esta foto me encanta, aparecemos los tres del viaje, muestra perfectamente el espíritu y el ambiente vivido allí. La foto es cortesía de uno de los múltiples fotógrafos que estaban por allí.
Antes había pasado el Pilar, el cumpleaños de mi padre, el fin de semana pasado el de Guille, mucho trabajo y muchas responsabilidades. Este fin de semana que será largo, espero poder frenar un poco, practicar el modo "slowly", ya va haciendo tardes de sofá y peli, si el terremotito que tenemos en casa nos deja, que éste lo que necesita es estirar las piernas, correr, subir a columpios y cansarse.
Estoy leyendo a Umbral, me está gustando, me está despertando la curiosidad sobre su obra, así que creo que el libro que estoy terminando no será el último de este autor.
Y nada más en esta entrada, al menos octubre no se irá de rositas.

martes, 24 de septiembre de 2019

Pedaladas IV 2019


 
Ya ha arrancado el nuevo curso escolar. Ya nos lleva en volandas entre tanto pupitre y tanto nuevo propósito. Ya cae la hoja, se cierran las piscinas y el gazpacho ha dejado de estar en los menús del día.
Unos llorarán la marcha del verano y otros desempolvarán con disimulada alegría los jerséis y las chaquetas, que ocuparon estos meses el fondo del armario.
Winter is coming, sentenciaba aquel.
Ahí andamos, con mucho ajetreo, con bodas, con cenas y comidas familiares, con el peque creciendo de manera inusitada. Leyendo cuando se puede y también cuando no. Novedades en el trabajo, esperemos que para bien, que esto nunca se sabe. Pedaleando ya sabéis.
La cuesta de septiembre ya acaba y emprenderemos la "bajadica" hacia octubre, que ya nos llevará resbalando, resbalando hasta las mismas navidades.
Hay que ver las velocidades que cogen las cosas cuando no estás pendiente de ellas, cuando te dedicas a mirar el paisaje y haces otros planes.
¡Cómo me gustan las bodas! Una amiga de una muy amiga, dice que como no van a gustar si se bebe, se come y se baila con autentico desenfreno, sin medida, dándolo todo.
Me veo en las fotos y ya no veo un chaval. ¿Dónde quedó? Y sin embargo, si no hay espejos o fotos cerca que deshagan el encantamiento, aún siento la ilusión y las fuerzas de la juventud, la sorpresa, la sensación de que lo bueno viene ahora. La fe en el futuro y las ganas de cambiar las cosas. Un mundo mejor y un lugar donde el amor sea la moneda de cambio. Me creo capaz de mover montañas y ponerme el mundo por montera, pero ¡ay!, si alguno de estos artefactos nombrados me acerca una imagen de mi mismo, no me veo, no me reconozco, recuerdo a mi padre más joven incluso que ese yo reflejado.
¡Ay! Ese caer, ese resbalar, esos hilos del tiempo que pueblan mis sienes, esas arrugas en las comisuras de los ojos, esa vista cansada, ese ánimo polvoriento, ese traje pasado de moda.
Los zaguanes de nuestra existencia, que van quedando atrás.
Agachas la cabeza y recuerdas el poema de Miguel Labordeta:
 
 ¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo.

(Fragmento de Retrospectivo inexistente)

viernes, 6 de septiembre de 2019

Si te vas, adios...




No lo repetiré más, que se va el verano, adiós muy buenas. Que fíjate tú, que buenos ratos en la playa, que si las vacaciones son el estado natural de hombre, que si esto y lo otro.
Ya está bien, se acabó, finito, que se va, pues que se vaya, que le vaya bonito. Que le vamos a hacer si no se quiere quedar, si no quiere hacer de nuestra vida un eterno veraneo, como nos lo prometíamos en la adolescencia, no seré yo el que se lo impida, el que lo intente retener. Que sepa que hay otras estaciones, y también tienen sus encantos, que me decís de las tibias tardes de otoño, rodeados de tonos ocres y luces cenitales, o de un invierno nevado, apretando entre las manos un café bien caliente y sobre las rodillas un mantita de felpa. O qué decir de cuando llega la primavera, cuando cantan lo pajaritos y el campo se viste de flores.
¡Te quieres ir, verano ingrato! ¡Con lo que te hemos alabado!¡Con lo que te hemos esperado!¡Con la de esperanzas que siempre depositamos en ti!¡Pues vete!
Sabes, ya no te necesitamos, ya estamos cansados de los mosquitos, de sudar, de no poder dormir por la noche, de las aglomeraciones en los lugares turísticos. Estamos deseando forrar los libros nuevos, volver a ver a nuestros amigos y compañeros, retomar nuestras clases de inglés, el gimnasio, la dieta.
Ya vale de tanta improvisación, de tanta anarquía, de tanta cerveza fresquita en el chiringuito, que vuelvan las verduritas por la noche, las legumbres a medio día, un cocido compartido con la familia, la RU-TI-NA. Los horarios encorsetados, las prisas, el  tráfico en la ciudad, los objetivos mensuales, el Budget del año que viene...
Si te has de marchar, marcha.
Aunque quizás, quizás, en el fondo, muy muy en el fondo, te echaremos de menos, y desde luego, vete, haz tu vida, sigue tu camino, pero por favor, por favor te lo pido, vuelve. No te olvides de volver cuanto toque.
Cuando regreses te estaremos esperando, con las mismas ganas que siempre, con nuevas ilusiones, con nuevos planes, con los brazos abiertos. Deseando, de nuevo, vivir aventuras bajo tu cálido manto estival. Perdernos en tus días, en tu sol protector.
Si ha de ser así, adiós, tú mismo, pero vuelve por Dios. Tomate tu tiempo, recupera tu espacio, reflexiona, lo que quiera que tengas que hacer, pero acuérdate de volver.
 

miércoles, 4 de septiembre de 2019

El final del verano llegó y tú partirás...



No hay nada más triste y más evocador del final de verano, que el último capítulo de Verano Azul, donde todos se despiden, rodeados de ausencias y recuerdos. Y ya para rematar, en el paroxismo de la depresión, cuando Julia coge el coche que la lleva a la gran ciudad, mientras se oye de fondo la canción "El final del verano" del Dúo Dinámico. Deprimente hasta el dolor.
 
 
Risto Mejide dice, que su generación, aún no ha superado el final de Verano Azul y tiene toda la razón.
Para más "Inri", estos últimos días de agosto, a medio día, han vuelto a reponer la serie más repetida de la historia de la televisión española, y mira por donde, volví a pillar el último capítulo, las despedidas de Javi, Quique y Bea, Desi, de Pancho, de Tito y el Piraña (Manolín),  y la depresiva y taciturna marcha de Julia. Zas en toda la boca, no tenía suficiente con haberme incorporado de mis vacaciones en Oropesa, para que me encuentre con semejante alegato del suicidio colectivo.
Nos vienen a decir que no acababa un verano, no,  acababa la vida como la conocíamos hasta entonces, acababa la infancia, la inocencia, lo bueno. A partir de aquí todo hacia abajo y sin frenos, a peor. Esos nos decían, los muy canallas, querían hacer sangre, dejar huella y vaya que lo lograron los muy sádicos.
Al menos a Mercero tenemos que agradecerle que no hubiera una segunda parte, que lo dejara ahí, en todo lo alto, para desgracia de nuestra nostalgia y gloria de nuestra memoria seriéfila.
Todavía, hoy, cuando cojo la bici silbo aquella sintonía.
 
 
 
 

viernes, 30 de agosto de 2019

Mis lecturas del verano 2019

Dicen que optimismo es ir a la playa con un niño pequeño y llevarte un libro para leer. Pues efectivamente me llevé el libro y se volvió sin apenas tocarlo. De nuevo he tenido que ir leyendo de a ratitos pequeños y casi a hurtadillas, pero bueno, sin ser la cantidad de lecturas de otras veces, al menos he disfrutado tres nuevas obras y autores que os traigo por aquí:


 
"Lo raro es vivir", de Carmen Martín Gaite. Después de un artículo que leí en el magazine cultural Jot Down, donde se hacía referencia a la obra de esta escritora, se despertó mi curiosidad. Era un referente de las letras de su época, pero yo no había leído nada de ella, así que sin falta me acerqué a mis libreros de cabecera y me hice con tres de sus libros. Ésta es la primera a la que le he metido el diente. Me gustó, quizás un poco peculiar, me costó cogerle el punto, lenta, pero profunda y humana. Trata sobre la crisis existencial de una treintañera, su madre acaba de morir y los recuerdos se desbordan igual que lo hace su propia vida. 
Frases para recordar como ésta:

¿Verdad que cuando nos conocimos te gusté porque divagaba y cosía la verdad con hilos de mentira?".
Me ha gustado y aguardan dos libros más en la cola de lectura. Un delito no haberla leído antes.



"Escritores y escrituras" de José Luís Melero. Fue éste el único capricho que me di en el pasado día del libro, 23 de abril.

Me lo dedicó el autor, una dedicatoria digna de enmarcar, florida y churrigueresca, ya le comenté: "Esto es una dedicatoria y lo demás tonterías". Nos reímos los dos  del comentario. Había leído algún artículo de él, es un conocido "cultureta" de Zaragoza, pero no había leído, ni comprado ningún libro completo suyo. Es un conocido bibliófilo y tienes cientos de anécdotas sobre folclore, artistas, personas relevantes de la historia aragonesa y una tupida cultura con la que deleita a sus lectores. Este "Escritores y escritura" es eso, un anecdotario de diferentes figuras de las letras y la cultura, también recopilación de artículos de opinión que se escribieron como recordatorios o con motivo de alguna celebración concreta. Es las diferentes páginas se van desgranando múltiples historias relacionadas con libros, artistas diversos, vivencias del autor. Muy entretenido, muy cómodo de leer y sin duda alguna recomendable. Más leeré de Melero.
 

 
 
Y la guinda del pastel para éste. Fue una recomendación, de las primeras, que nos hizo Sergio del Molino en uno de sus talleres de lectura. De aquí sacamos y trabajamos por ejemplo el concepto de "Mcguffin". Es un libro que se hace algo pesado. El formato es que Trufaut entrevista a Hitchcock y van repasando la filmografía de este último. Va revelando sus impresiones de las obras, la adecuación o no del elenco de autores y los detalles que han hecho de muchas de sus películas obras maestras. Como decía Sergio, no es un libro solo de cine, si no que hablan de como contar cosas, de como narrarlas, como fijar la atención en unas u otras cosas para conseguir el efecto deseado en este caso en el espectador y en otros casos en el lector. 
Lectura densa, aunque desde luego muy interesante. Sólo para iniciados.

martes, 20 de agosto de 2019

El "veraneo" es una cosa muy seria.



Comenzaremos definiendo claramente el concepto de "veraneo". Entiendo que no es otra cosa que ese periodo de entre quince días y un mes, los meses de entre junio y septiembre, donde el españolito de a pie se toma sus merecidas vacaciones, después de meses de madrugones, esfuerzos y sinsabores.
El veraneo tiene su historia y por tanto su evolución. Pasó, de centrarse en un mes de agosto, donde todo se paralizaba,  a repartirse por los diferentes meses estivales. Igualmente, pasó del mes completo, a irse reduciendo hasta los quince días e incluso la semana, para permitir viajar en otras épocas del año a destinos más sofisticados.
El veraneo tradicionalmente buscaba un destino de sombrilla y playa, esto también va cambiando, cada vez más gente aprovecha para hacer viajes largos, saltar el charco o perderse por el continente asiático.
Mi opción ha sido la más castiza, costa cercana y sin más rutina que playita, paella, siesta y de nuevo playita, comer y dormir en un bucle constante durante diez brevísimos días.
Si de algo me he dado cuenta y he sido consciente en esta semana playera, es que como reza el título de esta entrada, el "veraneo" es algo muy serio. Me explicaré:
No soy, de normal, de esos que pegan la oreja en conversaciones ajenas, pero hay veces, y a vosotros os pasará igual, que no puedes dejar de escuchar un dialogo o parte del mismo, que de manera espontánea capta tu interés y de forma disimulada lo sigues en incluso te apetece intervenir, a veces hasta haces comentario a tu acompañante sobre lo que escuchas en la otra mesa. Pues bien, durante el año vas captando conversaciones aquí y allá, en entornos profesionales, en la calle, en el gimnasio, etc. y por lo general se habla de banalidades, del fútbol, del fin de semana, de gastronomía o de donde vas a ir de viaje o de vacaciones, como mucho sobre la última serie que has visto. Sin embargo durante este periodo veraniego, las conversaciones que he escuchado no eran para nada ligeras, al contrario, eran trascendentes, sesudas, de calado, sobre las pensiones y la vida después de la jubilación, sobre las elecciones en la universidad y el futuro más inmediato, las relaciones entre familia y pareja, alquilar o comprar o el coste de los artículos de primera necesidad, incluso sobre el propio sentido de la vida .
Me daba la sensación que ese momento de relax, donde dejamos aparcadas nuestras obligaciones, prisas y rutinas es cuando el hombre reflexiona con profundidad, ese manido: hacia donde vamos y de donde venimos. Donde tiene tiempo para evaluar su entorno, su existencia y surgen esas reflexiones y pensamientos que durante el día a día, del resto del ocupado año, se quedan en un rincón de nuestra mente dejando paso a otras cosas. Un momento para planificar nuestras próximas acciones, o para sopesar las pasadas y marcar una nueva ruta, una nueva dirección.  Me da la sensación de que bajo el refugio de las sobrillas multicolores, se marcan más líneas estratégicas, que en muchos consejos de ministros o mesas de administración.
 

miércoles, 7 de agosto de 2019

Vacaciones en el mar.


Quién me iba a decir a mi, nacido en la España interior, aún más, nacido en la España vacía, que surcaría el Mediterráneo cual pirata berberisco, acechando y desembarcando en los puertos de Nápoles (ahhh la bella Italia), Civitavequia, Livorno y Villafrache . Pero así ha sido este verano. La familia en pleno hemos disfrutado de un crucero por el mediterráneo más cercano.
Hemos visitado lugares cargados de historia, navegado por donde ya lo hicieron los fenicios, Aníbal y los cartagineses, por supuesto las águilas romanas,  la flota aragonesa y más recientemente hasta la sexta flota.
Era impresionante estar rodeado completamente de agua, llegar a los puertos o alejarse de ellos, mientras la popa iba dejando una estela plateada a su paso. Los atardeceres, con el cielo empeñado en parecerse a un tequila "sunrise". O desembarcar estando el barco fondeado en una bahía y dirigiéndonos a tierra con una embarcación más pequeña, sintiendo el batir de las olas en el pequeño casco y acercándote a la costa salpicada de bonitas casas de colores. En ese momentos no desearías irte de allí nunca, querrías mudarte a vivir asomado a alguno de esos balcones orientados al Mediterráneo, observando cada cierto tiempo, como enormes cruceros, desembarcar a floreados turistas que miran estupefactos y con envidia, las fachadas de las casas desde las que observas.

 

Todo eso, en relación de las sensaciones de navegar y aproximarte a la costa. Si ya hablamos del lujo asiático del interior de estos barcos, el buffet, la barra libre, la cantidad de actividades de todo tipo, el casino, la comodidad de viajar en una autocaravana flotante, donde te movías pero sin moverte, sin hacer/deshacer maletas y con una extensa tripulación a tu servicio, presta a satisfacer cualquier demanda que les hicieras, desde un mojito, pasando por unas olivas gordales, un "destornillador", o una piña colada. Vamos: el paraíso en la Tierra, o mejor dicho en el agua.
Por una semana vivimos como auténticos "pachas", aristócratas del mar, niños consentidos, con la única preocupación y responsabilidad de elegir correctamente el segundo plato del menú.

viernes, 5 de julio de 2019

Las máquinas del tiempo

 
 
No os ha pasado alguna vez que un objeto, un olor, un sonido, o incluso una acción, os crean una sensación que os transporta a vuestra niñez, a vuestra adolescencia, a las primeras veces que salíais con amigos, los primeros viajes, las primeras aventuras.
Auténticas máquinas del tiempo que nos trasladan a un universo anterior, cuando llevábamos las rodillas llenas de arañazos, o cuando empezábamos a elegir nuestra ropa, cuando todo era nuevo, desconocido y fascinante.
Os nombro algunas de ellas:
 
Montar en bici.
El gel mousel o magno.
Una cafetera italiana.
El olor al forro de los libros y la ceremonia de todos los principios de curso, de forrar los nuevos.
La mercromina.
Cuando el mundo acababa en tu jardín.
Unos Levis 501.
Unas zapatillas de piel blanca NIKE.
Un concierto, de Hombres G o de Loquillo.
Una canción, de lo 80, 90.
La lectura de un libro o un relato, para mi un increíble viaje en el tiempo es el "El Señor de los anillos" o el relato de Eloy Tizón, "la velocidad de los jardines".
El olor de un guiso, de un suavizante.
Una serie, como "Verano azúl" o "Curro Jiménez", "Alf".
Una peli como "Regreso al futuro" o "Top Gun".
 
 
Seguro que vosotros identificáis estas máquinas del tiempo y también tendréis las vuestras propias. Disfrutemos de estas regresiones.
Sin ir más lejos el otro día me compre de nuevo un Levi´s 501, y estoy encantado, como si tuviera 16 años.

martes, 25 de junio de 2019

Pedaladas III 2019


El calor me aplatana. Entiendo perfectamente la indolencia de los países tropicales, la galbana de los isleños, el "ne me quitte te pas", de los antillanos. El calor sólo se combate con una buena siesta, un coco-loco y una hamaca con vistas. Y cuando te pilla trabajando y en la ciudad, careces de esos tres elementos básicos.
El pasado domingo fue la noche de San Juan, la más larga del año. El solsticio de verano, la noche del fuego en el cuerpo. Nunca me pilla esa  fecha a la orilla del mar. yo que he querido ser tan marinero e intrépido. Yo que soñaba con noches mecido por la marea y la brisa, con risas juveniles, primeros amores entre arena y sal, fiestas adolescentes como ritos iniciáticos.
Nunca estuve dos años de vacaciones, ni pasé cinco semanas en globo. Tampoco recorrí 20.000 leguas de viaje submarino. Ni lo veranos son ahora como los de antes. Ni yo tengo la misma estatura que entonces, ni tampoco las mismas miras que ayer.
Estoy varado, a los pies de unas vacaciones que me harán embarcar en el Mare Nostrum. Postergadas mis actividades deportivas por un telón de Aquiles, que ha decidido que también se merece un tiempo de relax, poner sus ideas en orden y luego si eso, ya veremos si bici, natación o el qué.
Trabajo más que el chapista de Mazinguer-Z. Estoy todo el día en un ay! Echo la primitiva todas las semana, pero siempre pongo los números que no son, igual algún día me equivoco y entonces acierto.
Todo cuesta mucho. Resuena en mi cabeza. Todo cuesta mucho. Nada es gratis, nada es fácil, nada se precipita sin más. Todo cuesta mucho, cada cosa pide su tributo: tiempo, libertad, juventud, cultura, diversión.
Y otro año más, otro más, llega el verano precipitadamente, las altas temperaturas por sorpresa y de nuevo caes en la cuenta que la vida no cuenta contigo, que ella va a su bola mientras tu apuntas citas en tu agenda, compromisos y responsabilidades que sólo a ti interesan. Que los días no son cuartillas de una libreta, que todo pasa, y nada queda. Porque lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar...

jueves, 13 de junio de 2019

MUERTE NECIA



MUERTE NECIA
 
Se me ha gastado el día,
atropelladamente
en idas y venidas,
en gestos y recados
que al hacerlos juzgaba.
necesarios.
 
 
Desperdiciado, débil y oscilante,
el número equis ene de mis
días
era un cabo de vela
y afuera lucía el sol de la
mañana.
 
 
El sol se hunde en silencio
y sopla las bujías
y se envuelve en su manto como
un rey.
 
 
El número equis ene de mis
días
murió de muerte necia.
 
 
Ahora lo estoy llorando
cuando veo a las nubes
ponerse un traje grana
para morir también.

 
Carmen Martín Gaite.
(1925-2000)

viernes, 7 de junio de 2019

La velocidad de los jardines.



Hace dos días releí "La velocidad de los jardines", un cuento extraordinario de Eloy Tizón. Un relato que cada vez que lo lees te lleva en volandas a tu propia clase de 3º de Bup, "La primera frontera", en el que había que elegir el camino de las letras o las ciencias.
 
Muchos dijeron que cuando pasamos al tercer curso terminó la diversión. Cumplimos dieciséis, diecisiete años y todo adquirió una velocidad inquietante. Ciencias o letras fue la primera aduana, el paso fronterizo que separaba a los amigos como viajeros cambiando de tren con sus bultos entre la nieve y los celadores. Las aulas se disgregaban. Javier Luendo Martínez se separó de Ana Mª Cuesta y Richi Hurtado dejó de tratarse con las gemelas Estévez y Ana Mª Paz Morago abandonó a su novio y la beca, por este orden, y Christian Cruz fue expulsado de la escuela por arrojarle al profesor de Laboratorio un frasco con un feto embalsamado."
 
Cada vez que lo leo es como si me transportara en una máquina del tiempo y volviera a sentarme en aquellos pupitres, mirara por aquellas ventanas y atravesara el patio lleno de bullicio y hormonas adolescentes.
 
"Los primeros días de primavera contienen un aire alucinante, increíble, un olor que procede de no se sabe dónde. Este efecto es agrandado por la visión inicial de las ropas veraniegas (los abrigos ahorcados en el armario hasta otro año), las alumnas de brazos desnudos transportando en sus carpetas reinados y decapitaciones. Entrábamos a la escuela atravesando un gran patio de cemento rojo con las áreas de baloncesto delimitadas en blanco, un árbol escuchimizado nos bendecía, trotábamos por la doble escalinata apremiados por el jefe de estudio –el jefe de estudio consistía en un bigote rubio que más que nada imprecaba–, cuando el timbrazo de la hora daba el pistoletazo de salida para la carrera diaria de sabiduría y ciencia. "
 
Yo también tuve que abandonar el colegio precipitadamente por un aviso de bomba, curiosamente cuando teníamos algún final de matemáticas o similar.
 
"Luego nos enteramos que sí, que el Renacimiento había enterrado la concepción medieval del universo. Fíjate si no en Galileo, qué avance. Resultaba que nada era tan sencillo, hubo que desalojar dos veces el colegio por amenaza de bomba. Los pasillos desaguaban centenares de estudiantes excitados con la idea de la bomba y los textos por el aire, las señoritas se retorcían las manos histéricamente solicitando mucha calma y sólo se veía a don Amadeo, el director, fumando con placidez en el descansillo y como al margen de todo y abstraído con su úlcera y el medio año de vida que le habían diagnosticado ayer mismo: hasta dentro de dos horas no volvemos por si acaso."
 
La luz, esa luz de la primavera de nuestra adolescencia..
 
"Pero volvamos al aire y la luz de la primavera, que deberían ser los únicos protagonistas. Se trataba de una luz incomprensible. Siendo así que la adolescencia consiste en ese aire que no es posible explicarse. Podría escribirse en esa luz (ya que no es posible escribir sobre esa luz), conseguir que la suave carne de pomelo de esa luz quedase inscrita, en cierto modo «pensada». Aún está por ver si se puede, si yo puedo. La luz explicaría las gafas de don Amadeo y el tirante caído de la telefonista un martes de aquel año, la luz lo explica todo. Ahora que me acuerdo hubo cierto revuelo con el romance entre Maribel Sanz y César Roldán (delegado). "
 
Nuestro despertar a la vida, los grandes acontecimientos en nuestros universos mínimos y finitos.
Las nostalgia o el hartazgo de los compañeros, a los que al final, algunos años después de abandonar el colegio echabas de menos, con sus vidas, sus manías, sus crueldades.
 
"No he vuelto a ver a ninguno. Tercero de letras no existe. He oído decir que las gemelas Estévez trabajan de recepcionistas en una empresa de microordenadores. ¿Por qué la vida es tan chapucera? Daría cualquier cosa por saber qué ha sido de Christian Cruz o de Mercedes Cifuentes. Adónde han ido a parar tantos rostros recién levantados que vi durante un año, dónde están todos esos brazos y piernas ya antiguos que se movían en el patio de cemento rojo del colegio, braceando entre el polen. Los quiero a todos. Pensaba que me eran indiferentes o los odiaba cuando los tenía enfrente a todas horas y ahora resulta que me hacen mucha falta."
 
Hoy veo esas sensaciones en la cara de mi hijo Santiago y en la de Javier. Como transcurren por las mismas sendas, tan parecidas y tan distintas. Estoy convencido que si dentro de diez años leyeran este relato, ellos mismos se trasladarían a sus patios, a sus amigos, sus profesores, sus mitos y sus aventuras. Cuando serán ellos conscientes de la velocidad que cogen sus vidas, de aquella: "La bici de mi niñez que se fue quedando sin frenos".
Estoy preparando una entrada, que duerme el sueño de los justos desde hace mese, titulada: "Las máquinas del tiempo", sin duda este relato es unos de esos ingenios que te trasladan a un lugar pretérito.
Algún día, me gustaría ser capaz de escribir de esta manera, con esa capacidad de emocionar, de involucrar, de identificar.
 

 
 
Tuve la suerte de estar en la presentación que Eloy y Sergio del Molino hicieron en Zaragoza de la reedición de ese libro mítico de relatos. Veis esta foto, yo estuve allí.
 

viernes, 31 de mayo de 2019

Mis lecturas de mayo 2019

Mes prolífico en lecturas, unas cuantas y variadas, así que  sin mas retólicas maños, os presento mis lecturas de estas últimas semanas:


"Plataforma", de Michel Houellebecq. En los últimos tiempo Michel Houellebecq (telita con el apellido), se ha convertido en un "enfant terrible" de las letras francesas, muy crítico con la sociedad actual francesa, el islamismo y la radicalización del mismo. Esta novela sigue esas premisas. Un funcionario cuarentón del ministerio de cultura, de existencia gris, conoce en unas vacaciones organizadas a Valerie. A su vuelta, comienzan una relación sin complejos. La joven trabaja en turismo y su especialidad es la gestión de paquetes vacacionales. El, la inspirara para lanzar un novedosa oferta vacacional. Intensa y sorprendente novela. Ácida, directa. Una buena lectura, estoy deseando leer algo más de este autor.


"Cortázar para principiantes", de Carlos Polimeni y Miguel Rep. Un libro pequeñito, con profusión de ilustraciones de Rep y que nos acerca de una manera divertida y visual a la figura de Cortázar. Hay toda una serie de la misma editorial de diferentes escritores y figuras del arte. Me ha gustado, una manera de tener una visión sintética y a la vez amplia del universo "cortaciano".


"Ya no es tarde", de Benjamín Prado. Libro de poemas de, para mi, uno de los poetas contemporáneos mas interesantes. Benjamín en este libro celebra el encuentro de un nuevo amor. Todo un canto optimista al redescubrimiento de los afectos.


"Días sin final", de Sebastian Barry. Esta novela nos traslada al lejano Oeste y a la guerra de Secesión Americana. Una gran aventura desde el prisma de dos jóvenes con una relación nada convencional. Un escenario bien conocido por las series como La Conquista del Oeste o la filmografía de Ford. Una gran narración, me la termine en apenas dos tardes. Fue una recomendación de mis libreros de cabecera y como es habitual, no fallaron.



"Berta Isla", de Javier Marías. Tomás y Berta son dos jóvenes acomodados, de buena familia, con una existencia placida y normal. Se conocen desde bien jovencitos y han decidido ser el uno para el otro. Tomas se va a estudiar a Oxford y allí le sucederá algo que condicionara para siempre su existencia y su relación con Berta. Es una novela extensa, a la que en algún momento le falta algo de ritmo, pero está muy bien escrita. Alguna crítica, la señala como la mejor novela de Javier Marías, no puedo estar más en desacuerdo. "Corazón tan blanco",  está a años luz de ésta. Un largo entretenimiento, interesante, pero desde luego no una obra maestra. 

martes, 28 de mayo de 2019

Pedaladas II 2019

 


Nunca somos conscientes de la sabiduría que encierra el refranero popular. Esos refranes son sentencias que parecen afirmaciones al libre albur, pero que en realidad condensan cientos de años de observación y de experiencia. Por eso, cuando el pasado mes de marzo disfrutábamos de un tiempo espectacular, más de uno echaba mano de frase hecha y apuntaba: "Cuando marzo mayea, mayo marcea".  Ya está, ya lo ha dicho, una manera de resumir que ahora que no toca, disfrutamos de buen tiempo, así que más adelante, en plena primavera cuando toque, nos vamos a pasmar de frío, se nos va a llevar el aire, o no va a haber quién aguante sin resfriarse con tanto subir y bajar del termómetro. Y lo ha clavado, tal cual. Mejóralo si puedes, mejor descripción de lo que vivimos imposible. El refranero sentando cátedra. Es lo que hay.
Apenas hace nada, elecciones generales, descalabro de Casado y su equipo de trincones, continuidad de la estrellita que es Sánchez y subidas y bajadas repartidas a gusto del consumidor. Aún hace menos que se han renovado los gobiernos autonómicos y municipales. Bueno, qué digo, se han realizado las elecciones, ahora les toca hacer encaje de bolillos para pactar, concretar y dar gobernabilidad a las diferentes administraciones locales y regionales. En plena campaña electoral te encontrabas a los políticos por la calle con su mejor cara, en cuanto tenga su escaño, su sillón asegurado, volverán a sus atalayas y no volverán a mezclarse con los simples mortales hasta las próximas elecciones. Es curioso también ver el baile de los políticos de medio pelo que van cambiando de siglas, en busca de un salario que echarse al coleto. Aquello de Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros". Echando de nuevo mano de los clásicos: "Cosas veredes amigo Sancho".
Asistí a la graduación de un instituto, los chavales celebraban los años juntos y en buena hermandad y armonía, se despedían de sus profesores y compañeros, con la ilusión del que empieza algo nuevo, ni más ni menos que su vida adulta. Me llamaron muchas cosas la atención, andaba yo henchido de orgullo, sensible a la juventud cercana, emocionado al arte desplegado, a la alegría descarnada y cruda que emanaba de esas sonrisas. Una mesa elevada, repleta de alumnos, profesores y padres iba pasando el micrófono conforme se sucedían las intervenciones, aderezadas aquí y allá, con canciones y poesía. Uno de los delegados intervinientes, hizo una crítica al sistema de enseñanza. Resumiré aquí, en mis palabras, lo que venía a decir: Lo que se aprende por obligación se olvida. Nos gustaría que el sistemas educativo estuviera más enfocado en crear adultos con espíritu crítico y no en formar los esclavos que necesita el sistema para perpetuarse. Porque se dijo en un entorno festivo y en un foro sin mayor repercusión, pero son dos afirmaciones, densas, profundas y de complejo significado, no exentas además de verdad. Ahí las dejo, llevo varios días rumiándolas, en especial la segunda. Algún profesor habló además de los diferentes programas educativos, la falta de acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas para consensuar un plan de estudios duradero y capaz. Y en esas reflexiones se vinieron los recuerdos.
Por la noche además vi la película "About time", en español: "Cuestión de tiempo". Una comedia romántica, del mismo director que "Love Actually", con un simpático protagonista pelirrojo, al que su padre descubre que puede viajar atrás en el tiempo. Una película en que los viajes en el tiempo y la conquista de su chica son el catalizador de un mensaje más profundo, la relación con el padre. Es una película tramposa, se viste de comedieta, para acabar jugando con tus sentimientos hasta conseguir que se desborden, inevitablemente.
"I believe in some kind of path that we can walk down, me and you; so keep your candles burning and make her journey bright and pure that she will keep returning always and evermore".
"Creo en algún tipo de camino que podamos caminar, tú y yo; así que mantén tus velas encendidas y haz que su viaje sea brillante y puro que seguirá regresando siempre y siempre."
 
 

lunes, 27 de mayo de 2019

Vive, joder, vive.





Este pasado viernes, tuve, por muchos motivos, la alegría y satisfacción de acudir a la graduación de mi hijo Santiago. Fue una graduación llena de intervenciones de sus compañeros, con canciones, discursos y poesía. Entre los poemas que leyeron estaba este de aquí de Patricia Benito. Así que me dije que tenía que traerlo por mi blog.
Asistir a este tipo de ceremonias,  me conmueve. Ser testigo directo de los hitos y de los logros de las personas a las que queremos me llena. Me traslada a mis recuerdos, paseo de nuevo por el camino que ellos van a empezar a recorrer ahora. Me hace evocar otros momentos y sentir un tibio calorcito en el corazón al ver como se van convirtiendo en adultos, personas responsables y como afrontan su vida y su futuro con optimismo, alegría y radiante juventud. Todo lo tienen por hacer. Lo que más podemos desear es que en ese camino sean felices, disfruten y la vida les trate bien.

Vive, joder, vive.
 

Y si algo no te gusta, cámbialo.

Y si algo te da miedo, supéralo.
Y si algo te enamora, agárralo.

Tengo que, nunca es un buen comienzo. No
hagas nada que empiece por estas palabras.

Quiero/amo/me flipa/voy/puedo, es la mejor
manera para construir tus frases, tus días
y toda tu vida.


[Patricia Benito]

jueves, 9 de mayo de 2019

Haiku primaveral



Decía Jesús Cota, bloguero y escritor al que sigo y admiro:

"El haiku debe
recoger un instante
y eternizarlo."

Y al igual que Quevedo con el soneto, convierte en haiku  la descripción del mismo.

Me ha inspirado a retomar mis haikus, pues hacía días que no escribí ninguno.

Un rayo de sol
tímido embajador
de primavera.
 
©Jesús J. Jambrina  
 

martes, 16 de abril de 2019

Arde París.



Viendo las imágenes del incendio de la catedral a orillas del Sena, no podía dejar de sentir varias cosas: Por un lado, que mis hijos se iban a quedar sin poder visitar, el que a todas luces, para mi era el monumento más bonito de París, sobre todo ese paseo por el cielo al lado de las gárgolas. Por otro, que algo mío se estaba quemando también, recuerdos, sensaciones. También la impotencia cuando ves que algo hermoso se destruye, sin que tú ni nadie pueda hacer nada por evitarlo.
Ver elevarse esas llamas en el cielo parisino, te da la sensación de que es nuestra vieja Europa la que es pasto del fuego. Vemos quemarse nuestra historia, nuestros orígenes. París recibe un nuevo golpe. Me embarga una terrible tristeza. ¿Encontrarán en las brasas el corazón de plomo de algunas de las estátuas que han perecido en el incendio?
 
 
No hay ninguna duda que Notre Dame vertebraba Francia, pero también Europa. Símbolo, de la occidentalidad, del cristianismo, de la medievalidad, de una ciudad que ha sido muchas cosas, la "bohemme", la moda, la modernidad, la ilustración, la revolución, la ocupación. Lo que no hicieron los alemanes en 1944, cuando aquel "Arde París", lo ha conseguido, dicen; un descuido en las obras. Espero, de verdad, sinceramente, que haya sido un accidente y que nadie haya sido, llevado por el fanatismo y la ira, el responsable de que cientos de años de historia, de identidad y de belleza sean devorados por el fuego. Eso sería un atentado contra la humanidad entera, contra la sensibilidad, la belleza, la cultura. De verdad, prefiero mil veces la versión del error, pues errar, efectivamente es humano, lo contrario, sería un acto de tal maldad, que prefiero no pensar que forma parte de nuestra naturaleza.
Que tras esta tragedia, sin ambages, pueda haber gente que se alegre o que desee que le pase a otro templo, por ejemplo el "tweet" de Máximo Pradera, por mucho que queramos envolverlo en el humor, hay cosas que no hacen ni puta gracia. Algunos se destapan y nos muestras sus enfermas y carcomidas mentes. Pues bien, indeseables, algo vuestro también se quemó anoche.
 
 

viernes, 12 de abril de 2019

Mis lecturas de invierno y primeros días de primavera 2019.


Bueno, que mejor que publicar el día de mi cumpleaños.
Ayer comentaba si yo sería capaz de estar tres meses en la casa de Gran Hermano. Sin salir, entre cuatro paredes y si poder coger un libro en todo ese tiempo. Indudablemente, no. Por muchas razones, pero estar tres meses, con tu vida en suspense, siendo una atracción de feria mediática y no poder leer en todo ese tiempo, es un motivo, más que suficiente por si mismo, como para apartar el cáliz del la fama efímera de un concurso televisivo y seguir en mi anonimato. Leer, cada día, aunque sólo sea un poquito, es un placer, sin duda no suficientemente bien ponderado y menos por los participantes de este tipo de concursos.
Así que desde mi atalaya Zaragoza, mi montaña mágica, traigo las lecturas de mis últimas semanas. A cada cuál mejor. Un auténtico disfrute. Un hemorragia de satisfacción lectora.


"Embajador en el infierno", de Torcuato Luca de Tena. Un libro que tiene sus añitos. Cuenta la experiencia del capitán Teodoro Palacios Cueto, capitán de la División Azul, en su cautiverio en la Unión Soviética, sus penurias y grandezas. El que fue director de ABC y testigo de excepción en la llegada del buque Semiramis al Bósforo (el barco que fletado por la Cruz Roja devolvía a los cautivos a su libertad), nos cuenta las vicisitudes que pasaron un grupo de españoles, comandados y lideramos por este capitán en diferentes campos de prisiones de los URSS. Pudiendo finalmente llegar al puerto de Barcelona en abril de 1954, después de 11, 12 y 13 años de sufrimiento. Un libro con u lenguaje épico, muy diferente de lo que estamos acostumbrados hoy en día a leer y escuchar. Nos retrotrae a un pasado que nos parce increíble que haya existido, del que ya apenas quedan reminiscencias de esas palabras, de esos sentimientos , de esas gestas. Fue un libro que en la época de su publicación tuvo diferentes reconocimientos del régimen y del que se llegó a hacer una película, protagonizada por los grandes galanes de la época. Leído hoy, mucho años después, el libro no deja de asombrar  por su fuerza y lo épico de su personaje principal. Y por describir una realidad que hoy parece pura ciencia ficción.
 
 
"Derecho natural", de Ignacio Martínez de Pisón. Me ha encantado esta novela. Este pasado mes de marzo leí un artículo donde hablaba de la relación padre-hijo, que se veía reflejada, como uno de los grandes temas, en múltiples obras de literatura. Algunas más recientes era nombradas y entre ellas, dos de los libros que traigo en esta entrada, una era ésta y la otra "La invención de la soledad" de Auster. Martínez de Pisón, nos trae la vida de Angel, cuyo padre es un ser inconstante, melifluo, descarnadamente humano, al final, no tan distinto del propio Angel. Nos describe todo con unos ojos de observador medio sorprendido, medio curado de espanto. Nos describe una época pretérita, en una España que va democratizándose y saliendo de un franquismo de andar por casa. Nos describe con una normalidad pasmosa, una familia irregular y desde luego nada convencional, y menos para la época. La novela tiene un fondo optimista, con situaciones tremendas, pero siempre tienes la sensación de que lo mejor está por llegar y que nuestro protagonista siempre saldrá airoso. He disfrutado con ella. El autor zaragozano, cada día me gusta más y aquí está inconmensurable. Si ninguna duda, leerla por Dios. Es un canto a la vida.

 
"Los desertores", de Joaquín Berges. La historia real de dos soldados británicos que combatieron en la batalla del Somme y finalmente son fusilados por desertores; es el hilo conductor que nos introduce en la vida de Jota (Jacinto), la de su padre, su hermana, su madre, su mujer. De nuevo una novela que habla de la relación de padre e hijo, de como el hijo termina viendo desaparecer al padre, de las cosas que se dicen y sobre todo, las que no. Muy fácil de leer. El apoyarse en el conflicto bélico de la I Guerra Mundial, para mi ha sido perfecto, pero en cierto modo me esperaba algo más al final, en relación a Jacinto y sus circunstancias.
 
 
"La invención de la soledad", de Paul Auster. Paul tras la muerte de su padre, escribe para recuperar la figura paterna, para intentar darle consistencia, para analizar su relación con él. El libro está estructurado en dos bloques, el primero el retrato de un hombre invisible, centrado en la figura del padre y el segundo el libro de la memoria, donde son sus propios pensamientos y recuerdos los que le acercan a esa figura. "La invención de la soledad. O historias de vida y muerte". La escritura como remedio, como asidero, como rescate.
 
 
"Stoner", de John Williams. Un extraordinario descubrimiento. Una auténtica obra maestra. La sensación de haber disfrutado de uno de los mejores libros de todos los tiempos. El libro es sencillo. El hijo de unos humildes granjeros, a principios del siglo XX, se traslada a Columbia a estudiar agricultura y acaba quedándose extasiado por la literatura, se convierte en profesor, crea una familia y muere. Así de simple, así de concreto, así de bello. Lo dicho, un ejercicio de lectura extraordinario. En dos días me lo terminé, no podía dejar de leer. Hacía días que no me pasaba algo así. Sin grandes alharacas, sin grandes historias. La vida de un hombre, no hace falta más.

Mis últimas lecturas del 2023 y primera del 2024

 Os traigo,  como ya es mi costumbre, mis últimas lecturas, las de finales del 2023 y estos dos primeros meses de  2024. Han sido bastantes ...