domingo, 31 de diciembre de 2017

Pedaladas V del 2.017. La última del año.


  
Las últimas pedaladas del año. Recién llegado de tomar un vermut por el centro de Teruel. Una ciudad llena de vida, de buen ambiente y de sitios para celebrar los éxitos conseguidos en el pasado y los que han de llegar.
Esta tarde-noche la carrera de San Silvestre, un clásico de hace un montón de años del cierre del año. 
2.018 va a ser un año de muchos cambios, me consta. Cambios además "macro", de mucha relevancia, nada que ver con el aprender francés, adelgazar o algo parecido. Algo que tiene intrínseco el cambiarte la vida, así, de manera radical, contundente.
Se va el 2017, un buen año, con grandes cosas, muy bueno en cuanto a recreación, por primera vez a Almansa, a raíz de aquello, a Moscú y luego a Groello, un viaje ,mano a mano  con mi hermano, espectacular, increíble, esperemos que no irrepetible, aunque ya se sabe aquello de que nunca pasa el mismo agua por el río, si se repite, no será igual. La publicación de un libro, un nuevo Peracense, viajes, amigos y otras muchas cosas que dan sentido a mis días.
Última entrada del año y otro año mas.
Como dices Jesus Terrés: 
"Comerse la vida a bocados. Vivir consciente. Aprender. Dar. Cuidarte. Y poco más."

Así que eso: que empeceis de maravilla el nuevo año, que lo que nos depare, nos haga mejores personas, más felices y con ganas de vivir otros muchos más. Mucho amor, mucha felicidad, disfrutar de los buenos momentos, de la buena gente, dejaros querer y querer mucho, poneros nuevos retos y hacer por alcanzarlos, y si no los lográis, solo ya el camino habrá merecido la pena.
Feliz año!!!


sábado, 30 de diciembre de 2017

Mis últimas lecturas del 2017.

I

"El café de la juventud perdida" de Patrick Modiano. Un libro que nos traslada al París bohemio, en un café que sirve de punto de encuentro a artistas, estudiantes y gente de todo pelaje. Un ambiente algo sórdido y de derrota, de sueños y aspiraciones, de dramas y desencuentros. Lectura curiosa.


"Eva", de Arturo Perez Reverte.  Una nueva aventura de Falco. Un espia al servicio del bando nacional durante la guerra civil española. Interesante lectura, dinámica, entretenida y al más puro estilo de espías y buscavidas. Muy recomendable. Una historia sobre barcos honrados e intereses no tan honrados.



"Tantos lobos", de Lorenzo Silva, cuatro casos de Bevilaqua y Chamorro. De nuevo encontramos a esta famosa pareja de la guardia civil resolviendo cuatro asesinatos, cortitos, de rápida lectura, aunque a mi me ha parecido un poco el típico libro de retales y para hacer caja. Siempre es un placer leer sobre las andanzas de esta pareja, pero estos casos me han parecido muy simples y como comentaba material de relleno.

jueves, 7 de diciembre de 2017

La poesía de Quevedo




CONOCE LAS FUERZAS DEL TIEMPO, Y EL
SER EJECUTIVO COBRADOR DE LA MUERTE

¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!

Feroz de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.

¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana,
sin la pensión de procurar mi muerte!

Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.



Y también traeré por aquí, su más conocido soneto de amor.

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;

mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa;

Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,

su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.

Polvo serán, mas polvo enamorado.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Pedaladas IV 2017.


 
Ay bendito, que se nos va de nuevo el año. Un año intenso, sorpresivo, la antesala de los grandes cambios. Ya lo anunciaba al comienzo de curso, mi hijo Javier. Decía que algo va a cambiar. Profético, cierto, revelador.
La vida te sorprende a cada paso. Hay que darle la oportunidad además de que lo haga. No es la gestión del caos, es sencillamente, vivir, sin más. Nada más fácil y a la vez más complicado. Dejar que la vida te vaya llevando, adaptarte a los cambios, a las novedades, a lo que queda fuera del guión.
Dicen que la vida no se mide por el tiempo que respiras, si no por los momentos que te quedas sin aliento. Y este año lo ha hecho varias veces, seguro que el siguiente también lo conseguirá.
Leía recientemente un artículo de un amigo del que hacía tiempo que no sabía nada. Lleva una carrera de éxito y titulaba su escrito "Mutatis mutandi", en relación al cambio y la adaptación al mismo. Leyendo el artículo he saboreado el ocre de la nostalgia, de lo que pudo haber sido si... Ha sido un momento, una ligera flojera, un pellizco en el recuerdo.
Las dos últimas semanas han sido de esfuerzo físico, de mudanza sólida, antes. Después, vendrá la intangible, la que cambie nuestros anclajes mentales, nuestra mudanza mental.
Volveré a vivir sensaciones y momentos que pensé que nunca repetiría, y lo haré con la ilusión del primer día, con la fuerza y la despreocupada soberbia, de la juventud más recalcitrante.

martes, 21 de noviembre de 2017

A Margarita Debayle. De Rubén Darío.



Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:

Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.

Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.

La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.

Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.

Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.

Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.

Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.

Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».

La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».

Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».

Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».

Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».

La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.

Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».

Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.

La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.

* * *

Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.

Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Rubén Darío

miércoles, 1 de noviembre de 2017

El romancero


 
El romancero

Todos los años, con la llegada del buen tiempo, el pueblo celebraba sus fiestas de primavera, en honor a un santo que nunca paseó por aquellas calles, ni bebió de sus mismas fuentes, pero por no se que extraña razón, su destino aparecía enredado en aquella villa y sus festejos anuales, romería incluida. Santa tradición de una aldea montañesa que se sacudía el olvido y  el abandono engalanando sus calles y vistiéndose de fiesta.
Con el deshielo y con motivo de esas fechas señaladas, los caminos volvían a acoger a caminantes, buhoneros, mercaderes y hasta feriantes. Pero si había alguna cosa que esperaban, tanto chicos como grandes, era a aquel hombre, que cada año y ya nadie recordaba desde cuando; llegaba a sus calles para contarles historias de reyes y princesas, de caballeros y aventuras, dragones y brujas, de tierras lejanas en las que el sol no se ponía jamás y de mares inhóspitos y llenos de peligros que se tragaban barcos y marineros sin contemplación.
Le llamaban de muchas maneras, pues ninguno conocía su nombre verdadero: cuentacuentos, el señor de las historias, fabulista, romancero... Dormía en las eras y comía de lo que desde las casas le daban, que no era poco, de tal modo que llenaba su zurrón tanto, que parecía que iba a estallar por las costuras. No sabían de dónde era, de la zona seguro que no, hablaba sin acento del lugar, ni tenía dejes que revelaran su cuna. Su rostro cetrino, ajado por el sol y el polvo de los caminos, la edad, avanzada, un poco encorvado, pudiera decirse que incluso ya anciano. Sin embargo su figura era querida y apreciada y su llegada era motivo de alegría para todo los lugareños. Acabadas las fiestas, a los pocos días, sin que nadie se diera cuenta, igual que había llegado, desaparecía. Todos suponían que a recorrer nuevos caminos, contar nuevas historias y conocer otras, a cargar su zurrón de nuevas vivencias, mientras en el pueblo volverían a su día a día y a ganarse la vida, a costa de dejarse la suya propia, en las duras jornadas de sol a sol que les imponía la montaña.
Las noches que estaba en el pueblo, buscaba un lugar cercano a la hoguera de la plaza y con voz pausada pero grave, iba desgranando vidas y hechos, trayendo a aquel pueblo del Pirineo imágenes y sonidos de lugares lejanos y remotos. Unos días deleitaba a mayores y hablaba de cosas rotundas y complejas y otras veces a los pequeños, con peripecias divertidas y cercanas, o hacía soñar a las casaderas con amores esforzados e imposibles. Los habitantes escuchaban las narraciones sin pestañear, mientras de fondo crepitaba el fuego y las brasas bailaban ante sus ojos. Viajaban sin mover los pies, soñaban sin dormir, vivían vidas que nunca habrían imaginado, sufrían, lloraban o reían según tocara y cuando el viejo acababa, notaban latir su corazón con el poso de lo escuchado y se acostaban sabiéndose un poco más sabios, un poco más vivos.
 
©Jesús J. Jambrina 
 

martes, 31 de octubre de 2017

Mis lecturas de la vuelta al cole 2017

 
"Sputnik, mi amor". Haruki Murakami. Sputnik en ruso, significa satélite o compañero de viaje. Este libro cuenta la historia de dos jóvenes, más raritos ambos que un perro azul marino. Habla de la relación entre ellos y con otras personas. En concreto, de como un viaje cambia la realidad de uno de ellos y por extensión la de los dos. Una lectura curiosa, una escritura con guiños a los temas recurrentes de la literatura. 
 
 
"Tierra de campos". David Trueba. Este es otro libro del que tengo una estupenda dedicatoria de su autor.
 
Un libro muy fácil de leer, en la línea  de su estilo de escritura. Un cantante regresa al pueblo de su padre para enterrarlo en él. Un libro para perderse entre sus líneas, de las cuales se pueden extraer múltiples enseñanza y experiencias. Una lectura de poso  y a la vez de disfrute. Una novela que aunque gira alrededor de la muerte del padre del protagonista sobre todo habla de la vida. Más que recomendable, para disfrutar de su lectura.
 
 
"La lluvia amarilla". Julio Llamazares. Leí la cita de este libro en "La España vacía" de Sergio del Molino, así que me dije que en cuanto pudiera tenía que leerlo. Es una lectura breve, concisa, refleja perfectamente la soledad y la agonía de los pueblos abandonados del Pirineo. Como la historia de las personas se enreda y mimetiza en las calles de sus aldeas. Una escritura dura, inhóspita, que describe de una manera tremenda y a la vez magnífica, el terrible destino de muchos de nuestros paisajes y sus habitantes. 
 
"Matadero cinco". Recién regresado de visitar las Ardenas y los bosques, donde en diciembre de 1.944 el ejército americano sufrió un duro castigo con la contraofensiva alemana. Empapado de los sonidos, los colores, las condiciones en las que afrontaron esos días los pobres estadounidenses aquellas jornadas, me encuentro con que el autor del libro es precisamente uno de aquellos jóvenes que vagaban ateridos de miedo y de frío por aquellos bosques de cuento. Acabando prisionero de un curioso grupo de soldados alemanes, o muy niños o muy viejos: "todos los que servían para luchar, estaban muertos". Tras una breve estancia en un campo de concentración donde convivieron con un grupo de estirados ingleses, lo llevan a Dresde, en los últimos compases de la guerra, donde será confinado en el antiguo matadero de la ciudad, reutilizado como albergue y prisión simultáneamente. Será testigo del bombardeo de esta ciudad, sobrevivirá al fuego y a la destrucción, donde perdieron la vida más de 130.000 habitantes. Colabora en el posterior desescombro y recuperación de los cuerpos. De allí vuelve a su país natal, se casa con una rica heredera, se hace óptico y acaba dirigiendo un emporio. Sobrevive a un accidente de avión, planea, vuela, sobre la realidad, descubre una nueva dimensión y lanza al mundo su mensaje sobre el universo "tralfamadoriano", para gran disgusto de su hija. Un libro que en su día fue de culto. Una sorpresa, pues no lo conocía y fue la recomendación de un taller de literatura. Un gran descubrimiento. Un libro antibelicista, intención que deja bien clara su autor en el primer capitulo del mismo. Original, en su día entiendo que totalmente transgresor. Increíble, me ha encantado.
 

lunes, 30 de octubre de 2017

PEDALADAS III 2017


 
Madre mía como se ha pasado el mes de octubre, entre unas cosas y otras, visto y no visto.
Los amagos de los independentistas catalanes, empeñados en hacer una república del esperpento, las fiestas del Pilar, el viaje con mi hermano al corazón de Europa y a las guerras de Flandes. Las temperaturas de verano que no se acaban de marchar. La sequía impenitente que castiga la geografía española, agravado además con el tema de los incendios provocados por desalmados y malvados. Un taller de literatura de duración fugaz. El comienzo del aprendizaje del francés, que arranca lento. 
Cambios en el horizonte, personal, profesional y de todo tipo.
Nunca octubre ha sido un mes, tan de transición como éste.
En nada navidades, antes de lo que nos demos cuenta.
Mis chicos cada vez más grandes, cada vez menos chicos, caminando su propio camino, construyendo su propio futuro. Aprendiendo y luchando, haciéndose mejores.
Expectante por lo que tiene que venir, construyendo un nuevo "nido", una nueva realidad.
Cambios y más cambios, anclajes, alas, realidades y sueños. Buscando rutinas que conformen una existencia. Un marco físico donde crecer, crear y vivir.
Orientados al futuro, con las manos ocupadas, llenas de presente.

viernes, 6 de octubre de 2017

EL olvido que seremos...

 

Aquí. Hoy

Ya somos el olvido que seremos
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.
 
J.L.Borges
 
 
 
 
"Todos estamos condenados al polvo y al olvido [...]. Sobrevivimos por unos frágiles años, todavía, después de muertos, en la memoria de otros, pero también esa memoria personal, con cada instante que pasa, está siempre más cerca de desaparecer. Los libros son un simulacro de recuerdo, una prótesis para recordar, un intento desesperado por hacer un poco más perdurable lo que es irremediablemente finito. Todas esas personas con las que está tejida la trama más entrañable de mi memoria, todas esas presencias que fueron mi infancia y mi juventud, o ya desaparecieron y son solo fantasmas, o vamos camino de desaparecer, y somos proyectos de espectros que todavía se mueven por el mundo. En breve todas estas personas de carne y hueso, todos estos amigos y parientes a quienes tanto quiero, todos esos enemigos que devotamente me odian, no serán más reales que cualquier personaje de ficción, y tendrán su misma consistencia fantasmal de evocaciones y espectros, y eso en el mejor de los casos, pues de la mayoría de ellos no quedará sino un puñado de polvo y la inscripción de una lápida cuyas letras se irán borrando en el cementerio. Visto en perspectiva, como el tiempo del recuerdo vivido es tan corto, si juzgamos sabiamente, "ya somos el olvido que seremos", como decía Borges. Para él este olvido y ese polvo elemental en el que nos convertiremos eran un consuelo "bajo el indiferente azul del Cielo". Si el cielo, como parece, es indiferente a todas nuestras alegrías y a todas nuestras desgracias, si al universo le tiene sin cuidado que existan hombres o no, volver a integrarnos a la nada de la que vinimos es, sí, la peor desgracia, pero al mismo tiempo, también, el mayor alivio y el único descanso, pues ya no sufriremos con la tragedia, que es la conciencia del dolor y de la muerte de las personas que amamos."

                                   Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos, Seix Barral, Booket, 2010, pp.272-273

 
 
Hoy traigo por aquí un poema de Borges, que tiene historia.  Lo hago después de escuchar ayer a Héctor Abad Faciolince, que con motivo de la reedición de su libro: "El olvido que seremos", está por España. Me gustó mucho lo que habló ayer. En su día el libro me encantó, fue una delicia su lectura.

Este poema de Borges tiene toda una historia, os dejo un enlace del propio Héctor donde habla de la misma. El día del asesinato de su padre, encontraron en sus bolsillos un papel con estos versos.

 

lunes, 18 de septiembre de 2017

Mis lecturas del final del verano de 2017.

Esta es la última semana, oficialmente, del verano.
Una de las cosas, que siempre me planteo en mis vacaciones es leer. Por aquí traigo esas lecturas del verano y las que llegaron hasta el pasado viernes por la noche, cuando cerraba el libro de  la mirada de los peces.


 "One day". Me hice con este libro aproximadamente hace dos años, pero por diferentes motivos, lo iba dejando en la cola de los pendientes. Por fin, ocupando el primer lugar en  mi lista veraniega, empecé con él. El libro describe a lo largo de veinte años, el mismo día en la vida de dos personas, chico y chica, llevándonos por su vida y su relación a lo largo de todos esos años. Es una lectura entrañable, mágica. En ella he encontrado un párrafo que en tres líneas es capaz de reflejar toda la historia de amor de los dos protagonistas, y tiene una sensibilidad y una transcendencia que te deja con un nudo en la garganta. Entretenido y precioso, muy recomendable.

 
"El último concierto de David Salas", de Roberto Malo. Un libro breve, desternillante, desenfadado, muy granuja, ligero y divertido. Un cantante  caradura nos describe, en riguroso orden alfabético, su carrera musical.
 

"Técnicas de iluminación", Eloy Tizón. Otro libro de relatos del escritor de: "La velocidad del los jardines". Relatos de una prosa amalgamada, procelosa, profunda. Tuve que leer alguno de los relatos un par de veces y aún así, en algunos me perdía en el abismo abisal. Una buen lectura, pero no la adecuada para la sombrilla. Tendré que volver a releerlo de nuevo.
 

"Segunda regional" de Mario Hinojosa. Breve poemario cuya inspiración es el futbol, el futbol humilde, el de andar por casa.
 

"Réplica", de Miguel Serrano Larraz. Libro de relatos, en la misma línea que "Orbita". Relatos que nos llevan a finales inexistentes, en su inmensa mayoría; universos inciertos, inquietantes, con un halo futurista. Cada relato está investido de un estilo y personalidad propios. Me ha gustado especialmente el que da nombre al libro, en cualquier caso interesante lectura.
 

"La mirada de los peces", de Sergio del Molino. Con este libro me ha pasado todo lo contrario que con el primero que abre este post: "One day". El miércoles asistí a su presentación , allí compré el libro y tuve el gusto de que su autor me lo dedicara. Salí de allí deseando meter el diente al texto, tal fue la motivación, que transmitieron tanto Sergio como Paula Ortiz. Así que nada más llegar a casa me puse con él. Con todo el dolor de mi corazón lo  dejé en el comienzo del tercer capítulo por agotamiento mental y físico. Al día siguiente, el jueves, en cuanto tuve ocasión lo retomé y  lo cerraba, viernes por la noche. Lo cerraba, como se cierra una cajita de tesoros infantiles, con miedo a que se derramen los personajes y las letras de lo que acababa de vivir. Sergio tiene esa capacidad, hablar de muchas cosas, para en realidad contarnos otras muy diferentes. He visto a través de los ojos de él, con esa mirada de los peces, he sentido con él. Me ha hecho andar en sus zapatos, acordarme de las brumosas tardes/noches del San José Alto, de las cazadoras vaqueras, de los días de pipas y angustias adolescentes. Me he reído con muchos pasajes, he sentido nostalgia y me he entristecido en otros y al final, el regusto que se me ha quedado, es que, en realidad, este libro no habla de un viejo profesor, no habla de amigos de juventud, no habla de aventuras urbanas, no habla de tiempos pasados, no habla de relaciones, ni de vidas incipientes o crepusculares, habla de amor, de AMOR,  y al final, al final del todo, resulta que además de un gran escritor, este Sergio es un buen tipo.
 

jueves, 14 de septiembre de 2017

JUNTALETRAS



 
Ayer me denominaron "juntaletras" y me hizo una ilusión loca. Fue en la dedicatoria que Sergio del Molino rubricó en las primeras páginas de su libro.
 
 
Presentaba: "La mirada de los peces", en el Teatro Principal, junto a Paula Ortiz.
Fue una velada extraordinaria, donde nos hablaron de la adolescencia, del barrio de San José, que yo también conozco sobradamente; del instituto, de las casualidades, de los profesores que dejan huella, de la coherencia hasta lo inverosímil, de la pasión, de la vida, de la muerte.
Nos dejaron un regusto agridulce, nos asomaron a su pasado, a su mirada pretérita. Nos empujaron sin contemplaciones a leer aquellas paginas, a desentrañar su misterio y eso hice en cuanto llegué a casa. Leí un par de capítulos y en contra de mi voluntad tuve que cerrar sus hojas. Esta tarde a la vuelta de mis quehaceres, no veo el momento; espero retomar aquella pasión y aburrimiento adolescente, justo donde los dejé.
 

miércoles, 13 de septiembre de 2017

PEDALADAS II 2017.


La vuelta al cole. Llegamos a la orilla del nuevo curso. De nuevo, buenos propósitos, novedosos o no. Con la sal todavía en nuestra piel y el sol en nuestra frente, cuesta volver a la existencia gris y rutinaria, a las obligaciones, a la cotidianeidad. Cuesta volver a encerrarse entre cuatro paredes después de haber caminado libre por los husos horarios.
Se acabo comer cuando tienes hambre, ni dormir cuando tienes sueño, ahora hay un tiempo para cada cosa y cada cosa a su tiempo. Volvemos a los límites, a los corsés y a nuestras responsabilidades. Dejaremos, si acaso, una pequeña gatera, para olvidarnos, como válvula de escape, de todas estas cortapisas, de todas las castraciones.
Levantaremos de nuevo el dedo, para ver la dirección que tomarán nuestras vidas, nuestros proyectos, para orientarnos en dicha dirección. Marcaremos la derrota a seguir, en las cartas de navegación de nuestro día a día.
Agarraremos de nuevo con firmeza el timón de nuestros deseos y los pondremos bajo el rumbo de los deberes. Y así, entre olas y viento, entre mareas y tempestades, buscaremos llegar al final del nuevo viaje, un poco más viejos, un poco más cerca, un poco más lejos.
 

martes, 12 de septiembre de 2017

TRILOGÍA DE LOS CAMINANTES.


 
Recién estrenado el mes de septiembre, cayeron en mis manos, los tres libros que componen la trilogía: Los caminantes, de Carlos Sisi.
En menos de una semana, han caído los tres.  Eso indica al menos dos cosas: es una lectura ligera y ágil y por otro lado capta la atención e interés lector de una manera increíble. Algunos de sus seguidores, que son muchos; manifestaba que dejaban de hacer otras cosas por estar embebidos y concentrados en su lectura.
 
El  primero de ellos: Los Caminantes.



Primer libro de esta serie. La acción se sitúa en Málaga. Van apareciendo los personajes principales, sobreviviendo cada uno a su manera, a ese virus que muta a sus portadores en unos seres que no tiene más afán que morder a los vivos que encuentran a su paso. Aparece un elemento de distorsión que es padre Isidro, que será el azote de los pobres supervivientes. Unas ciento y mucho páginas que se beben literalmente.

El segundo: Necrópolis.


La comunidad se divide por diferentes circunstancias y Málaga acaba convirtiéndose como bien dice el título en una inmensa necrópolis. Aparecen nuevos asentamientos, nuevos personajes, nuevas situaciones e historias particulares.

El tercero: Hades Nebula.


La acción se traslada a la Alambra de Granada, los supervivientes siguen luchando por su vida. Se encuadran dentro de una comunidad donde imperan unos militares, que están muy lejos de ser la salvación.   
  
Curiosamente el tamaño de los libros ha ido creciendo con la serie, el primero no llegaba a las doscientas páginas, el segundo saltaba de las trescientas y el último de las cuatrocientas.
Comparándola, ya se que todas las comparaciones son odiosas, pero es casi obligado;  con Apocalipsis Z de Loureiro, hay una mayor profusión de personajes y algo más de profundidad en ellos. La acción se desarrolla completamente en suelo patrio. Algunos hemos coincidió que en el último libro de Manuel Loureiro, se le va la mano al sacar la historia a tierras americanas, perdiendo parte del encanto de estas series, que es que las cosas suceden en escenarios muy reconocibles, Pontevedra, Madrid, Málaga, Lérida, etc. Sin embargo en la Loureiro va describiendo el comienzo de la plaga, de una manera quizás más ordenada y racional, además el formato del primer libro escrito a modo diario le da una agilidad y un formato muy original y muy descriptivo.
Junto a Apocalipsis Z, es una lectura imprescindible si te gusta este universo "zombi", disfruté de ambas lecturas. Quizás me sobraba un poco en la trilogía de Sisi, ese halo de intervención divina, premoniciones y demás, influye mucho en la historia y aunque es un recurso literario muy bueno, pues justifica cosa y lleva a acciones que de otra manera hubieran sido inverosímiles, a mi, la verdad, no me acaban de convencer. Pero fuera de este matiz, también he disfrutado con esta pandemia de muertos vivientes. La serie deja una puerta abierta y por ella Carlos Sisi, nos desliza otras dos nuevas entregas, esas para otra ocasión.

lunes, 28 de agosto de 2017

Dibujos de un verano.

De vuelta de las vacaciones, al final he hecho la mitad de la mitad, de la  mitad de las cosas que quería hacer, pero al menos he podido hacer un poquito de todo. Algo de dibujar, algo de leer, algo de deporte, lo dicho, de todo un poco, pero como decía, la mitad, de la mitad de la mitad de lo que hubiera querido.
De ese algo de dibujar, salieron estos dibujos de verano. Una casita en medio del monte , cerquita de Rubielos de Mora.
 






 
 
 

lunes, 14 de agosto de 2017

No volveré a ser joven



No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan solo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma
(Poemas póstumos, 1968)

viernes, 11 de agosto de 2017

Una nueva vida...fugaz.



Mañana comienzo una nueva vida, me meto de lleno en una nueva realidad: Comienzo mis vacaciones de verano ¡Bien!
Estoy agotado, física y mentalmente, atrás quedan siete meses y medio de laboriosa actividad, tanto laboral, como de otros ámbitos. Atrás quedan objetivos cumplidos, retos rebasados y otros aparcados por falta, principalmente, de tiempo, pero el sumatorio es importante, cuantas cosas y a la vez, qué rápido ha pasado.
Necesito estos quince días de descanso. No he previsto largos viajes, ni grandes descubrimientos, tan sólo paz, sosiego, lecturas, escribir, algo de deporte, sobredosis de familia y tran-qui-li-dad.
Hay que descansar para estar a tope con lo que tenga que venir en la eterna vuelta al cole. Nuevos retos, nuevos objetivos, nueva vida.
Se presentan, al final del horizonte estival dos nuevos retos, dos cambios relevantes, por un lado un tema laboral y por otro personal, nuevos escenarios, nuevos actores, ¿misma representación?
Ahora que ya he hecho mis pinitos con la escena, tema siempre pendiente y que creo que se quedará así; me veo capacitado para representar el papel que se requiera de mi, sin sobreactuación, sin imposturas, transmitiendo verdad, sosiego.
Acabo de regresar del siglo XIII, donde he pasado el último fin de semana, vengo contento, satisfecho, lo he compartido con mis seres queridos y con amigos. Después de la undécima edición, el encuentro sigue más vivo que nunca. Gracias a los que nos apoyan de una u otra manera y gracias a nuestro esfuerzo y nuestra creatividad, seguimos haciendo cosas novedosas, interesantes y divulgando la historia de la Corona de Aragón.  Este Peracense, me hace ilusionarme con los próximos encuentros que puedo compartir con los míos.
El verano es como un espacio irreal, hipnótico, como un lugar en ninguna parte, un mundo de fantasía, donde se pueden vivir aventuras incontables, un lugar también de recuerdo y añoranza, de futuro y pasado, un lugar onírico.
 
"En verano cada día es una hazaña y el niño que fuimos nos recuerda el hombre que podríamos ser. Ese que olvidaremos en septiembre".
Jesús Terrés

miércoles, 9 de agosto de 2017

Pienso mesa y digo silla.



Pienso mesa y digo silla
Pienso mesa y digo silla,
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.

La trilla lo dice todo;
y el mendigo en el alero,
el pez vuela por la sala,
el toro sopla en el ruedo.

Entre Santander y Asturias
pasa un río, pasa un ciervo,
pasa un rebaño de santas,
pasa un peso.

Entre mi sangre y el llanto
hay un puente muy pequeño,
y por él no pasa nada,
lo que pasa es que te quiero.

Gloria Fuertes
(Todo asusta, 1958)

viernes, 4 de agosto de 2017

LA MANO

 


Aquí viene, espero que sea mejor que las de la ronda anterior. Menuda noche, no me la merezco. Sentada que llevo, ya más de cuatro horas, tengo el culo carpeta, ya no me concentro en el juego, me he ido definitivamente. Vaya macarra el de enfrente, con sus gafas de sol y los cascos, se ha blindado la jeta, lo que no ha hecho, es atarse el meñique de la mano derecha, que le tiembla cuando pilla buenas cartas. Estar en la mesa final con otros diez tiburones es lo que tiene, que pasas horas eliminando a peña. Por un momento pensaba que me daban puerta, me he arriesgado, pero me ha salido bien, hay que dejar un pequeño porcentaje a la suerte, no todo va a ser matemáticas, eso se lo dejo al calculín de mi derecha, que sólo juega cuando tiene claro muy claro que la estadística está a su favor. Ahí viene la otra carta. Cómo está la croupier. ¿Tendrá novio? Igual le tiro la caña si la noche se da bien. Tan seria, tan formal, vaya morbo que tiene. Que te pierdes Juan, que te pierdes, al juego, mira las putas cartas. Vaya, American Airlines, AA, una bomba en mi mano y hablo el último, todos se tienen que retratar antes que yo, lo tengo a huevo, se me ha puesto de cara. Tranquilidad, nada de tics, nada de fruncir las cejas, ni los pies contentos, quieto parao, una estatua, una puta estatua de sal. Como que no va contigo. El veterano pasa, bien. El mazas también, vaya a ver si ahora no voy a pillar a ninguno. Espera, la rubia se lanza, dobla las ciegas. Valiente la tía y no lo hace mal, perfecto, tiene un buen montón de fichas, todas para mí. El gordito con los granos en la cara le sigue, se pone bien la cosa, el de las gafas se tira. Joer, mira que si levanto a tres del tirón, se me ponen la cosas de maravilla y el ganador se lleva una pasta, ya con llegar aquí es un pico, pero cada uno que me quite, son veinte mil más del ala que me caen. El guiri se tira también, se queda la señora del pelo cardado, ha estado cacareando todo el rato y ahora se ha callado como por arte de magia, está barajando sus posibilidades, la tengo calada. El chaval del chándal dobla lo de la rubia, nos está metiendo miedo. Calculín no se lo piensa y sale por patas. Se le ha gripado la calculadora, bueno me toca. Voy a hacer como que dudo, miro a un lado, a otro, soplo. Pausa dramática y entre dientes, bueno, lo veo. Jajaja, ya lo oigo, la alfombra roja y una voz en off: ...and the oscar goes to: el puto amo. Igualan todos la jugada, el bote se va engordando. Venga esa croupier macizorra, esas cartas al tapete. Un dos de corazones, un siete de picas y otro as. ¡Toma! Chisssss, quieto, pies quietos, disimula compañero, disimula, un estatua, concentración, céntrate, no pienses en el premio, no pienses en la pasta, no pienses, punto. Si me meto en los seis primeros me aseguro patrocinadores, una pasta para poder pasar el año, independizarme y devolver a mis viejos el dinero que me han prestado. Dejar la carrera de matemáticas ha sido chingo de explicar, no lo han entendido mis padres y menos con las notazas que llevaba, pero aún así me han apoyado, han confiado en mí y lo más importante, han pagado los cinco mil euros que valía la inscripción. Eres bueno con las mates, estudia mates te irá bien, coñazo de mates, esto sí, ¡esto sí! La rubia se tira a la piscina, dobla, mal jugado, muy mal, el gordito se tira, a pesar de lo evidente. Es un sopazas, para que te metes antes, que mala es la curiosidad, qué mala. Pero oye el que no es curioso no aprende, pero claro, aquí te cuesta un dineral. No pienses, joder, no pienses, concéntrate. Habla la cacatúa, la iguala, el del chándal va con todo, está desaforado, se toca la oreja, como las otras veces que lo he visto cuando va de farol. Me lo han puesto a huevo. ALL IN!

©Jesús J. Jambrina 
 

jueves, 3 de agosto de 2017

Mis lecturas de finales de julio 2017.


Mi primera entrada de agosto,  para hablar de mis lecturas de este último tramo del mes de julio. Ya casi a un pasito de mis vacaciones estivales; donde siempre es un objetivo la lectura.
 
 
El primer libro fue "Siempre nos quedará la Antártida", de Mario Ornat. La contraportada del libro, publicado por la editorial Anorak Ediciones, reza así: “en las habitaciones enmoquetadas de Siempre nos quedará la Antártida se bebe té pero también Guinness, suenan Wilco, Shane MacGowan y Damien Jurado e incluso vuelven a la vida los puños de Muangsurin y Perico. Este libro recoge una selección de los textos más personales que el periodista Mario Ornat destiló, cada noche, en su blog Somniloquios. Hay guiños al cine en blanco y negro, a Marilyn, al rugby, a Cortázar, a los sueños vividos y a los que vendrán, a las lecciones que solo te enseña el tiempo”.
Este libro lo adquirí en la Feria del libro de Teruel, tuve el placer de conocer a su autor, conocido periodista deportivo de la capital del Ebro y entusiasta hasta el fanatismo del rugby. El perfil me parecía interesante, así que me hice con su obra. Efectivamente es una recopilación de entradas de blog, bien escritas, intimistas, personales y con alguna que otra anécdota curiosa, como la de Miguel Pardeza. Tienes  la sensación en algún momento, de asomarte por una ventanita a la intimidad y el patio trasero de su autor, a sus miedos, pensamientos, cuitas, retos y preocupaciones, claro, lo que viene siento el temario de un blog personal, lo que me ha producido cierta incomodidad, me sentía un poco intruso. Entretenido, sin más.
 
 
 
El siguiente libro ha sido "Principiantes" de Raymond Carver, uno de los grandes cuentistas del siglo XX. Alguno de sus "hagiógrafos" lo compara con Chéjov.  Y lamentan profundamente su temprana muerte (a los cincuenta años), pues era una gran promesa de la letras estadounidenses. Desde luego bebe del mismo estilo del cuentista ruso.
Este libro de relatos, tiene su propia historia, pues "Principiantes", es la recopilación de trece relatos de Carver, que ya se publicaron en su día titulados: "De que hablamos cuando hablamos de amor" (la originalidad de Murakami en entredicho, ¡ay señor!), donde su editor, Gordon Lish, reescribió, o hizo reescribir a Carver los finales y recortó los relatos, con la máxima "menos es más" Esa publicación fue un auténtico éxito y Caver fue considerado el paradigma del "minimalismo" y "el realismo sucio". Alguno que ha leído ambos dice que se queda con el de Lish de largo.
Como yo no he leído la versión "minimalista", he disfrutado de "Principiantes", me ha encantado, he disfrutado del estilo narrativo de estos cuentos y he aprendido como escritor en ciernes. Ahora me queda más claro como trasladar el universo chejoviano a la actualidad. La segunda derivada, sería leerme el de Lish y hacerme mi propia composición de lugar.
Como curiosidad y debido a la pequeña inmersión para conocer a este "oregonés", descubrí un relato suyo sobre la muerte de Chejov, "tres rosas amarillas", que es realmente delicioso, lo podéis leer aquí.
 
 
 
Para finalizar, "Los soñadores", de Roberto Malo, amigo y de la casa. Un libro pequeñito con relatos de sueños y gente que sueña, la débil línea entre lo onírico y lo real. Algunos se los había oído contar directamente a él, con todo el saber hacer y el vibrante estilo de "cuenta cuentos", que le caracteriza. Lectura liviana e ideal para una tarde playera.
 

viernes, 28 de julio de 2017

Poesía: Aunque tu no lo sepas.

 
Os traigo la poesía que inspiró a Quique González, para escribirle la mítica canción a Enrique Urquijo.
Ayer tuve la fortuna, el placer y el honor de disfrutar de un momento mágico, escuchando y hablando de música, de poesía, de artistas, de literatura, de la vida. Un momento inolvidable, que espero que no sea único.
 

Aunque tú no lo sepas
 Como la luz de un sueño, 
que no raya en el mundo pero existe, 
así he vivido yo 
iluminando 
esa parte de ti que no conoces, 
la vida que has llevado junto a mis pensamientos. 

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.


Luis García Montero
 
 

martes, 25 de julio de 2017

Vaya movida tronco.



Vaya movida.
 
 Joer tronco vaya movida. Vaya movida.
Buah tío, de esta directo al talego. La vieja se va a poner loca. Puta vieja.
Pero yo aquí controlo. Controlo tíos, el que se mueva me lo cargo. Sí tío, le meto dos tiros y me quedo tan ancho. ¡Qué se jodan! Ellos si que son unos ladrones. Míralos tan arregladitos, tan perfumados, tan estupendos. Putos ladrones. Puta vieja. Putos maderos.
Uahhhh tronco, que bien estaría ahora con una birritas en el parque, unos porritos, con el Jhonan, los coleguitas, al solecito. Echando unas risas.
Muertos tío, están todos muertos, el Jhonan, el Charli, el Petas, todos muertos. Me cago en mi vida, putos muertos. Puto caballo. Puto, puto caballo.
Mira al tronco ese, está acojonado, que te meto, tío mierdas. Jajaja, vaya payaso. Que si estás rodeado, que nos entregues a los rehenes y tal. Ja! Y una mierda. De aquí no sale ni Dios.
Colega estoy hecho un escombro, casi no me quedan piños, pero por mis huevos que salgo de aquí con toda la pasta. Si esto sale bien voy a cambiar, me desintoxico y le doy una alegría a la vieja. Ya paso de rollos chungos.
Vaya movida tronco. Si lo mío es dar palos a las viejas, a que me meto yo en esta movida. Pa que me meto.
Joeerrr tronco, por la justicia social, uno tiene sus principios, ya está bien de joder a las viejas, démosle caña al capital. Al puto capital. Putos maderos. Putas viejas. Putos ladrones.
Se me está haciendo largo. Tengo sudores, escalofríos, temblores, me tengo que meter algo. Pero estos mierdas no tendrán de nada, tan arregladitos, tan repeinados. Claro que luego serán todos unos viciosos, y se meterán de todo, o le darán a la priva o le pondrán los cuernos a la mujer con la golfa de la cajera. Porque mira como está la cajera. Está tooo buenorra. Joer tiene un par de empujones. Yo si tuviera mujer también se la daría con ésta. Vaya muslazos que tiene y mira que minifalda me lleva. Si pasamos mucho rato aquí igual me la hago. Seguro que le pongo yo más que ese gordinflón del traje. Parece que vaya a reventar. Los piños le brillan, pero está como un auténtico tocino. Vaya traje me gasta, debe ganar una pasta gansa, pasta por un tubo, pastizal, ¡qué cabrón! A base de robarnos a todo el barrio, puto cabrón, puto capital. Putos ladrones.
Y al final vaya día de mierda. Como se ha liado la cosa. Si sólo quería la pasta que había a mano, me valía un poco para pillar algo. Y se ha montado una como en las películas. Joer, igual salgo en la tele. Las vecinas le dirán a la vieja, hemos visto a tu chaval. Oye salir en la tele, mola, mola un huevo, igual me llueven las pibitas cuando salga de aquí. Ey nenas que salgo en la tele. Tronco igual me hago famoso, como el Paquirri y si me meten en la trena me hago el puto amo. ¡El puto amo! Passsa troncos, que salgo en la tele.
Paso de esta movida. Paso de que me peguen un tiro. Igual me entrego y a tomar por culo todo, no se está tan mal en el talego, comida caliente todos los días, algunos viejos conocidos, igual con suerte me paso unos meses con todos los gastos pagados. Aunque si me cargo a alguno de estos cabrones me pego varios años, varios años con la vida solucionada, sin tener que buscarme la vida y además si le pego un tiro a un banquero, en la trena voy a ser un puto héroe.
Putos banqueros!! Voy a ser un puto héroe. Un puto héroe...
 
 
 ©Jesús J. Jambrina 
 
 

viernes, 14 de julio de 2017

El sitio de mi recreo y Azorín.


 
Este pasado fin de semana estuve en uno de esos lugares que me recargan las pilas. Uno de los "sitios de mi recreo". De los sitios que ya forman parte de mi y yo de ellos. Que han escrito hojas en la historia de mi vida y me han acompañado en diferentes momentos. Un lugar para descansar, relajarme, reencontrarme y si así lo deseo, para perderme, para agotarme y para no parar.
 
 
El tiempo no acompañó, pero eso no fue ningún problema, aproveché para leer algo que tenia pendiente desde hace un tiempo, "Confesiones de un pequeño filósofo", de Azorín. Lectura de todo un clásico, describe los recuerdos de su niñez de una manera sencilla. Me gustó.

Mis últimas lecturas del 2023 y primera del 2024

 Os traigo,  como ya es mi costumbre, mis últimas lecturas, las de finales del 2023 y estos dos primeros meses de  2024. Han sido bastantes ...