viernes, 10 de abril de 2009
Llueve...¿bueno y qué?
Llueve...
En esta cultura nuestra, mediterránea, parece que un día lluvioso es un día perdido.
Muchas veces, nuestro entorno y los que se nos ha enseñado, por esta particularidad mediterránea nuestra, cuando caen cuatro gotas, parece que el día se inhabilita.
Si hacemos turismo, y nos llueve, es una desgracia.
Cuando planificamos un salida y llueve es una fatalidad.
Cuando hacemos planes y llueve, los suspendemos.
En otras partes del mundo no es así.
Recuerdo una anécdota que me contaba una prima mía, un grupo de amigos habían quedado al día siguiente para salir con la bicicleta de montaña, entre ellos había un inglés.
La mañana amaneció oscura y con un ligero aguacero, nadie se presentó salvo el ingles.
Cuando por la tarde preguntó porqué no habían acudido a la cita, la gente le comentó que llovía. El se sintió extrañado, era una fina lluvia y les comentó que si cada día que salía así en Inglaterra, ellos renunciaran a hacer deporte o salir, muy pocos días abandonarían su casa.
Eso te da otra perspectiva de las cosas.
En cualquier caso, un día lluvioso puede ser un auténtico regalo, con el espíritu sereno, aprovechando para jugar con tus hijos, leer mientras ves caer la lluvia en los cristales y escribir en el blog, os aseguro que es más bien...el día perfecto.
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También llueve hoy en Valencia.
ResponderEliminarEntiendo al inglés. Después de vivir siete años en Asturias, eso de considerar perdido un día de lluvia queda ya muy lejos. Mäs tenía que llover por aquí.
Viaje a Escocia en moto. Subir a las Highlands atravesando Glencoe bajo el mismo diluvio que nos tenía calados hasta los huesos desde hacía días. Cientos de arroyuelos plateados discurriendo valle abajo.
ResponderEliminarEl interior del casco lleno de babas, la mandíbula colgando. Estuvimos a punto de salirnos de la carretera porque los dos pilotos íbamos flipándolo y pensando sólo en que, algún día, querríamos que esparcieran allí nuestras cenizas.
Bonita experiencia Axil.
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